¿Agobio o ayuda?


Si puedes leer la tira, perfecto. Y si no, puedes hacer clic aquí.

Si ya hace algún tiempo hablé de que no me gusta hablar de mis problemas, hoy me apetece ir un poco más allá que la vez anterior.

Y esto ha venido porque he tenido dos casos en un entorno más o menos cercano. Cada persona ha tenido su propio problema que no viene al caso contar. Al enterarme, pregunté y no me quisieron hablar mucho. Lo que hice entonces fue decir: "bueno, pues si te apetece hablar, me lo dices", y la otra persona lo agradeció.

No es la única vez que hago esto. Todo hay que decirlo, también depende de la persona. Hay gente que en cuanto veo que las cosas no están como deberían, ya me encargo yo de que larguen todo lo que tienen dentro. Porque hemos llegado a ese punto de confianza, o lo que sea.

Pero volviendo al caso anterior, que sé que a esas personas tampoco les apetece contar sus cosas, de hecho, considero que todos tenemos una "burbuja" mayor o menor que nos rodea. Y cuando alguien empieza a atosigar con: "cuéntame, qué te pasa, suéltalo todo", pueden pasar dos cosas. Y cada una de ellas tiene sus consecuencias.

Porque hay gente para todo. Y aunque todos agradecemos tener gente a nuestro lago, que nos apoye, que veamos que se interesan por nosotros, no son (somos) pocos los que no nos apetece estar pensando en otra cosa. Y sin agobios. "¿Qué ha pasado? Cuéntame"... Eso podemos aceptarlo una o dos veces. Lo que menos necesitamos en ese momento es estar repitiendo una y otra vez la historia que nos está jodiendo. Queremos dejar de pensar en ello precisamente. Y entre unas cosas y otras, se termina estallando. Lo peor de esta situación es que solemos estallar con la persona que menos culpa tiene.

Pero claro, no podemos olvidarnos del otro lado. Aunque estemos jodidos, con ganas de arrancarnos a ostias con cualquier cosa que se nos cruce, no podemos olvidar que esas personas "pesadas", como se puede pensar en ese momento, esas personas (en su mayoría) están porque les importamos. Y lejos de tener la culpa de lo que nos haya pasado, quieren que estemos bien. Luego aparte están los cotillas que ni te van ni te vienen, pero por quedar bien preguntan. Pero mira, con esos uno sí puede desahogarse. Hay gente que me pregunta a veces qué me pasa y pienso "tres cojones te importará a ti mi vida [subnormal de mierrrrrrda]...".

Hay que buscar un balance, chicos. Por un lado, a los que estáis de bastón, paciencia. Hablamos de gente que está pasando un mal momento y no puede pensar con claridad. Y a los que estáis con ese dolor dentro, procurad tratar mejor a quien os rodea. O como mínimo, una disculpa por un comportamiento indebido. No hay nada peor que perder amistades por este tipo de temas.

1 comentario:

  1. Hello, Hello!!

    A mí no me gusta contar mis cosas, más porque detesto anunciarme así ante la gente: frágil. Pero reconozco que cuando todo se desmorona, al menos necesito de un ser humano para combatir a mis demonios.
    El hombro de una persona puede hacer mucho en una crisis, no necesitas que te recriminen y reprochen, basta con esa bella sinfonía llamada: silencio.
    Y eso... gracias por compartir la entrada.
    Ciao!!

    ResponderEliminar

Comenta, opina, lee otros comentarios y líala parda...