Top entradas 2016


Pues así soy yo.Que digo que voy a publicar y no lo hago, y digo que no publicaré y lo hago. Genial.

La verdad es que con 27 entradas de nada publicadas este año, me planteé si hacer un Top-10 o no como los años anteriores. Pero bueno, peor fue en 2012. Así que sí, me he animado a hacerlo. Con todos ustedes...

Top-10 visitas en entradas de 2016

1. 26-J
2. Windows, Linux y la informática en general
3. Frikis, fans, posers
4. Ou may god (12)
5. Reto libros 2016
6. Pokémon Go: primeros días y eso
7. Animales Fantásticos y dónde encontrarlos es casi tan buena como Harry Potter
8. Harry Potter y el legado maldito (el libreto)
9. Dragon Ball Super... año y medio después
10. Black Mirror: tercera temporada

En otro orden de cosas, esta última revisión del blog empezó en junio de 2010. Hasta la fecha, el que más ha durado desde aquellos días aciagos. Y en estos cinco años y medio, hay un grupo de entradas que se mantiene en las más vistas de todos los tiempos. Y estas son...

Top-5 visitas en entradas de todos los tiempos

1. San Valentín, la fiesta... de El Corte Inglés (2011)
2. Uno de mis errores en la vida: ver Dragonball Evolution (2012)
3. Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte 1 (2010)
4. Si usas Android, te recomiendo estas apps (II) (2013)
5. David Yates en Harry Potter (2010)

Mis lectores son unos haters del amor y de Dragonball Evolution (?) Si ampliase el rango a Top-10, no habría tampoco entradas de 2014 en adelante. Y sin embargo recibo ahora más visitas. Mi no entender nothing.

Por cierto, aprovecho para indicar que la sección de Biblioteca ya fue actualizada, como indiqué por Facebook. Igualmente he actualizado el tracklist que publiqué allá por 2014. Y he añadido una Pantallateca donde recopilo las series y películas que voy viendo.

Esta vez sí es la última entrada de blog en 2016. Pero vamos, ya hay una entrada programada para el día 1. Feliz nochevieja mañana, y no os atragantéis con las uvas. Jamás os lo perdonaría.

Sherlock, Lupin y yo - El trío de la Dama Negra

Ha sido un año de lecturas diversas. Detectivesco, novela negra, autobriografías, política, ficción, ciencia-ficción, medicinal, teatro, novela gráfica... Y cierro el año con juvenil.

El trío de la Dama Negra es el primer tomo de la colección Sherlock, Lupin y yo, escrito por Irene Adler (pseudónimo del escritor italiano Alessandro Gatti). Esta colección nos presenta una línea temporal diferente a las del canon original, presentando a Sherlock Holmes, Arsène Lupin e Irene Adler conociendose en su infancia/adolescencia (respectivamente, los personajes tienen 15, 14 y 12 años). Y lo de la línea temporal es más bien sencillo: Sherlock Holmes sólo coincidió con Irene Adler en el relato breve "Escándalo en Bohemia", mientras que Àrsene Lupin sólo ha aparecido en pastiches, videojuegos y películas.

La historia se nos presenta desde los ojos de Irene Adler cuando llega a veranear a Saint-Malo, donde conoce a Sherlock y a Lupin. Los tres no tardan en verse envueltos en un suceso extraño: se encuentran a un hombre sin vida en la playa, mientras una extraña figura encapuchada pasea por los tejados de la ciudad.

Tengo que decir que no es la historia más inteligente ni original. Muchos elementos típicos de estas historias se ven reflejadas en la novela: la torpeza de la policía, cómo tres niños consiguen interrogar a la gente porque no saben lo que están haciendo, la preocupación ante el peligro de Sherlock y Lupin por Irene por ser chica (y los consiguientes enfados de ella), y en resumen, críos que logran hacer imposibles para su edad. Pero aquí son los protagonistas, y debe ser así.

La Irene que hace de narrador debe ser de muchos años, ya que hace referencias al futuro de Sherlock como detective famoso, y de Lupin como ladrón famoso, además de dar ciertas notas sobre las cosas que vivió de niña, pero que en el momento de la historia ella desconocía. Sin embargo, usa un tono más infantil a la hora de hacer esas narraciones (por cierto, me encantó el momento en que Irene se pone a cantar, ya que es una referencia al canon original, donde es cantante de ópera -contralto-).

No es una mala lectura, si bien es cierto (y obvio) que se hace infantil en algunos momentos. Pero se deja leer. También sea dicho, no voy a perder la cabeza para leer el resto de volúmenes de la serie (que de momento se cuentan en 9). Pero ha servido como algo ameno y ligerito de leer para cerrar el reto de este año.

Cambiando un poco la tónica de la entrada, esta es probablemente la última que publique antes de que termine el año. Pero para el año que viene ya tengo alguna pensada (tengo capítulos a medias de los relatos que estoy publicando), de forma que no tardaréis mucho en volver a leer más cosas de este blogger tan raro. Así que por si las moscas, ¡feliz año!

Pokémon, el manga: Rojo, Verde y Azul... y Amarillo

Creo que pocas franquicias han crecido tanto como Pokémon. Lo tenemos por todas partes. Serie de animación, videojuegos, apps, peluches... Pero también hay un manga, que después de muchos años de serialización en Japón, llegó a España en 2015 de la mano de Norma Editorial.

Tenía que darle una oportunidad. Más que nada porque yo sabía que era diferente. Que se alejaba de la tónica de la serie de anime y de los videojuegos (a pesar de contar con los personajes del mismo). Y teniendo una vía legal para hacerlo (una compra física en lugar de una copia mal escaneada y traducida por internet), había que comprobarlo. Alerta de posibles spoilers (y tal).

Nota: hay manga que no llega nunca a España pero se puede leer tranquilamente por internet gracias al trabajo de traducción de comunidades de fans que se dedican a ello sin ánimo de lucro. A esas comunidades no me las toques. Pero es cierto que he visto casos de verdaderas chapuzas a la hora de subir esos contenidos, como también he visto otros ejemplos que merecería la pena adquirir en tienda.

Y empezamos revisando los dos primeros tomos de la edición española (tres en la japonesa): Rojo, Verde, y Azul. La historia nos presenta a un clásico de la franquicia: Rojo, pero en una actitud chulesca y despreocupada (vamos, que se cree "el puto amo"). Rojo escucha a través del Team Rocket que hay un Pokémon Singular cerca, y acude a buscarlo, donde se topa con Azul (Green en el original), un muchacho de actitud fría. Poco después, y tras un incidente con los Pokémon del laboratorio del Profesor Oak, recibirá una Pokédex y se lanzará de aventuras por la región. Durante su trayecto se topará con una extraña chica, de nombre Verde (Azul en el original).


—Oye, tú, bilingüe, que en inglés, azul es blue y verde es green.
—Ya, pero no es el caso. En Japón, originalmente, salieron las ediciones Red y Green, de los cuales salió el nombre de los personajes del manga. Pero en Europa se cambió por Rojo y Azul, de forma que en España, Green pasó a ser Azul y Blue, Verde.

El caso es que se presenta una versión de la historia bastante más oscura del mundo Pokémon. La lucha contra el Team Rocket se pinta como algo más serio que en los juegos (que viene a ser luchar contra unos soldados de pacotilla), pues no están sólos: hay miembros infiltrados en muchas partes. Así como temas sobre la experimentación con seres vivos, consecuencias, etc., son tratadas por el manga. Y asímismo, las luchas son más que "El Pokémon rival cayó derrotado". Son más dinámicas..., y en según que momentos, más gore.

Igualmente, luego están los dos tomos de Pokémon Amarillo, que recoge el testigo de Rojo, pero continúa la línea argumental, añadiendo un tema bastante interesante: la dictadura de las élites.

En lo que respecta este arco, no es sólo para niños. Me explico: un niño podría leerlo, pero no podría detectar los temas tratados en el manga (como si viera la versión animada de la novela "Rebelión en la granja"). Creo que tiene más interés cuando se puede disfrutar un poco más de la intensidad del sub-arco. Sigue siendo Pokémon, por supuesto. Pero si estás cansado del anime, o de la mecánica de unos juegos que tiende a la repetición (por muy adictivos que sean), este otro enfoque.

Dragon Ball Super... año y medio después




70. 70 episodios desde que empezó Dragon Ball Super. Y hoy, unas horas antes del estreno del nuevo arco argumental del anime, quiero hacerle un repasito a lo que se ha visto hasta ahora. Lo que significa que habrá spoilers de los distintos arcos, que me apetece hacerles un repaso.

El primer arco no tiene mucho misterio. Fueron 14 episodios que convirtieron la película "La Batalla de los Dioses" en la misma historia alargando la batalla y empeorando la animación. Sí, las críticas eran bastante certeras (y no han perdido esa mala costumbre). Un arco que sólo sirve como presentación de los nuevos personajes Bills, el dios de la destrucción, y Whis, su ayudante. Bills se convierte en un enemigo reconvertido (al igual que Krilin, Yamcha, Piccolo, Vegeta y Majin Boo), además de una nueva transformación: el Super Saiyan Dios, que perderá toda la relevancia en episodios posteriores.

Igualmente el segundo arco, que se dedicó a estirar los detalles de la película "La Resurrección de Freezer". El ejército del villano por excelencia del anime reúne las Dragon Ball para resucitar a su jeje, y este decide entrenarse para superar a Son Goku, consiguiendo una nueva transformación, Golden Freezer (¿adivináis qué color ocupa todo su cuerpo?). Pero igualmente, Goku y Vegeta también han mejorado en su nueva transformación tras estar entrenando con Whis y Bills: el Super Saiyan Azul (que se llegó a conocer como "Super Saiyan Dios Super Saiyan"). Una vez más, nada que no conociéramos de la película, salvo la incorporación de dos personajes que sería importantes más adelante: Champa y Vados.

Y por fin, entramos en las tramas nuevas de este anime. El Torneo de Artes Marciales de los Universos 6 y 7. Champa se revela como hermano de Bills, y ambos no se tienen mucho apego, de forma que deciden hacer luchar a los 5 mejores luchadores de sus universos, a cambio de las Super Dragon Ball (que tienen el tamaño de un planeta, son de poder ilimitado, y están repartidas entre ambos universos).

Aquí sí voy a comentar un poco la trama, y desde luego, tengo que decir que era lo único que tenía sentido para mostrarnos los Torneos de Artes Marciales una vez más. Atrás quedaron los tiempos en que Goku podía pelear con los terrestres. Sus poderes están más allá, igual que los de Vegeta, incluso Piccolo y Majin Boo. La única forma de hacer un Torneo interesante era esa: que dejaran de pelear contra ellos y viéramos gente igual de fuerte de otro universo.

Lo que nos presentó a personajes curiosos: Botamo, una especie de oso de peluche gigante; Frost, un equivalente a Freezer pero muy caballeroso; Magetta, un robot cuyo núcleo es lava; Kyabe, un saiyan en cuyo rumbo de la historia no se dedicaron a conquistar planetas; y Hit, un asesino profesional de un milenio de vida.

Siendo un Torneo Universal, y aunque las tramas suelen inclinarse a favor siempre de los Guerreros Z, hay momentos de la batalla en la que se duda sobre quién puede ganar qué combates. Especialmente contra Frost. Y más especialmente, con Monaka, declarado por Bills como el guerrero más fuerte contra el que ha luchado. En resumen, una trama ligera, pero que tiene un tono de nostalgia al presentarnos nuevos personajes para pelear.

Tras esto, se sucedió la saga de Potaufeu de 4 episodios. Un relleno clarísimo, que no está a la altura para nada, y que me da demasiada pereza comentar. Simplemente, unos episodios en clave de humor, y que sólo sirven para darle algo de importancia a un Vegeta que queda un poco desaprovechado.

Y ahora, la saga más larga de todas las que ha presentado el anime, con 23 episodios. La saga de Trunks del Futuro. Bueno, obviando la base de que Trunks usa una máquina del tiempo para viajar entre dimensiones (porque en el momento en que salvó la vida de Goku, cambió la línea temporal. Por favor, eso es de primero de básica), la saga ha resultado bastante interesante.

Por un lado, la presencia en el futuro de Black Goku, un nuevo (y muy poderoso) enemigo que tiene el mismo aspecto físico que Goku contra el que tendrán las batallas más difíciles que han librado (incluso para el estado de Super Saiyan Azul). Trunks llegó a huir de él gracias al sacrificio de su madre y de May. Sí, May, de la banda de Pilaf (cuya versión niña se la ha pasado paseando por todo el anime, añadiendo un punto de humor en algunos momentos... y en otros momentos simplemente "rellenando" hasta los 20 minutos reglamentarios). Luchador formidable, tiene las mismas características de un saiyan: mejora a cada combate que libra. Una lucha por superarse constante.

Por otro lado, vamos más allá de los universos 7 (el de Goku) y el 6, sino que también se nos muestra el mundo de los dioses del universo 10. Aquí conocemos a Gowas, un kaioshin que está entrenando a su sucesor, Zamas. Zamas es un nuevo concepto de dios (pues hasta ahora, en Dragon Ball se nos mostraban siempre dioses que seguían las normas). Zamas va más allá y tiene sus propios intereses. Desconfía de los humanos y de lo destructivos que pueden ser, especialmente después de medir su fuerza contra Goku. Su posible relación con Black Goku es uno de los misterios que se debatía semana a semana hasta que se nos desveló la verdad.

Por cierto, este arco incluye tres episodios de relleno finales: uno en que Bulma quiere aprender a hacer una máquina del tiempo (un episodio que no se cuenta entre los mejores de la serie), un nuevo crossover con Dr. Slump (o como me gusta llamarlo, el insulto para el fandom de ambas series) y un enfrentamiento de béisbol (que tenía un nivel de humor bastante bueno, al estilo de Goku y Piccolo aprendiendo a conducir en Dragon Ball Z).

En resumen, lo han hecho muy bien. Incluso han profundizado más mostrando la jerarquía de los Dioses, los Ángeles e incluso Zeno-Sama, el rey de los 12 universos. Consecuencias, guiños a la saga original, y una animación que mejora poco a poco... aunque en algunos episodios recientes siguen dándose patinazos.

He leído algunas quejas de que "los arcos de Dragon Ball Super son más cortos que los de Dragon Ball Z". Efectivamente. Ciñéndonos a la verdad, lo son. Pero hay que tener en cuenta el cambio de tiempo de las series. Dragon Ball Z se emitió desde 1989 hasta 1996. Estamos en 2016. Han pasado 20 años. Actualmente, en base a cómo ha cambiado la forma de vivir, hacer sagas de 72 episodios arruinaría Dragon Ball Super, que está pensada para ahora: una época de lo rápido, de ver videos en YouTube de 10 minutos, de disfrutar de mucho contenido en poco tiempo. Este nuevo anime está adaptado para la época actual.

Expectativas cumplidas con respecto al anime. Me está gustando. Y voy a continuarlo hasta que termine.

A favor:
-Los personajes de Bills y Whis. El Dios de la Destrucción tiene un aire autoritario, y parece que sólo le interesa la comida, pero no deja pasar las cosas que están mal por alto. Su personalidad contrasta con la de Whis, más calmado.
-Zeno-Sama. Darle el papel del Rey de Todo a un personaje que parece tener 5 años es una idea brillante. Y punto.
-La Saga de Trunks del Futuro. Ha sido la más fuerte de todas las vistas. El misteiro ha ido unido a esta saga desde la presentación de cada uno de sus personajes, y va a ser difícil de superar.
-El dinamismo. Insisto en que hacer sagas cortas con más chicha por episodio está mejor que eternizarlas hasta el absurdo (5 minutos en Namek y tal).

En contra:
-Vegeta continúa desaprovechado. Y es de mis favoritos, así que me quema un poco el tema. Tiene momentos de relevancia, pero Goku es un acaparador.
-Se ha desaprovechado el uso del "Super Saiyan Dios". Especialmente cuando se usó para que Goku tuviera nivel para luchar con Bills... y repitieran el truco con el "Super Saiyan Azul". Mala planificación.
-Hay episodios que se centran en conversaciones que pueden aportar algo a la trama, pero que terminan antes de llegar a lo importante del asunto. Qué rollo.
-El crossover con Dr. Slump. Eso no parecía Dragon Ball. Era más bien BoBoBo. Y para ver absurdo, me veo BoBoBo, no Dragon Ball.

En fin. Van 70 episodios. Se prometieron al menos 100. Quedan 30 al menos... ¿Quizá un par de buenas sagas de 15 episodios? Tenemos una pendiente: el Torneo Multiversal. Eso promete estar mucho mejor que sólo los universos 6 y 7 luchando. Tiempo al tiempo.

Mr. Holmes

Mr. Holmes (a falta de traducción del título original A slight trick of the mind, algo así como Un pequeño truco mental) es una novela de Sherlock Holmes escrita... por Mitch Cullin en 2005. No es de Arthur Conan Doyle, pero fue lo bastante buena para ser adaptada a cine (bajo el nombre de Mr. Holmes, que queda más comercial) en 2015, con el gran Ian McKellen haciendo del detective de Baker Street.

Centrándome en la novela, nos topamos con una nueva versión de Sherlock Holmes. Estamos en 1947, y Holmes vive retirado en una casa de campo en Sussex a sus 93 años, dedicándose a la apicultura. Acaba de volver de un viaje desde Japón, y su única compañía es su ama de llaves, la señora Munro, y el hijo de esta, Roger. Esta novela tiene tres arcos argumentales diferentes, que se van intercalando en la historia según las necesidades de la misma.

El primer arco es, por supuesto, el presente de la novela. Nos encontramos a un Holmes cuya memoria empieza a fallar, a quien la edad le está pasando factura. Su preocupación constante por el estado de su memoria es uno de los puntos centrales, al tiempo que estrecha su relación con el joven Roger, a quien va transmitiendo todos sus conocimientos sobre las abejas (forma con la que el autor la comparte con el lector, pues la lectura sobre las abejas es, cuando menos, interesante).

El segundo arco narra el viaje de Holmes por Japón, en compañía del señor Umezaki, con quien comparte interés por la pimienta de sichuán, un producto que considera útil para combatir los problemas de la edad. Cullin aprovecha este viaje para narrarnos la vida de Japón en la posguerra, en un retrato de las consecuencias de la bomba atómica. Una historia muy cruda, que incluye algo más.

El tercer arco es La armonicista de cristal. Holmes decide narrar por primera vez una de sus aventuras, ocurrida casi 50 años antes, intentando alejarse del tono "ficticio" de las historias de su difunto amigo John Watson, ciñéndose a los hechos y sin licencias literarias. Se nos cuenta cómo el señor Keller solicitó su ayuda cuando su mujer cambió de actitud repentinamente, tras haber aprendido a tocar la armónica de cristal.

Y por supuesto, estos tres arcos mantienen un punto en común: la humanidad de Holmes. Cullin desmiente un poco la figura que se tiene habitualmente de que Holmes era una persona fría y sin sentimientos a través de las reflexiones del personaje en las tres historias. Y es cierto que Holmes siempre es presentado así en el canon. O al menos, en lo que respecta a sus emociones hacia los demás humanos, pues su interés por los casos despierta sus emciones. Aunque en honor a la verdad, Cullin no se desencamina mucho en su retrato de Holmes pensando más como un humano que como una máquina lógica (si no, leed el relato de "Los tres Garrideb").

Como nota, debo decir que la adaptación cinematográfica es muy buena. No se puede renegar del gran papel que hace Ian McKellen (que interpreta tanto al Holmes anciano como al menos anciano a sus cincuenta y muchos), pero debo destacar también a Milo Parker como Roger, haciendo un papel que no provoca odio hacia el personaje del niño. Quizá el único fallo de la película es que la hicieron algo más comercial, edulcorando un poco la historia (sobre todo hacia la parte del final), y que podríamos verlo como "la noche y el día" de la misma conclusión.

Una novela que me ha gustado. Especialmente en una época en la que vemos a Sherlock Holmes más moderno y "agente secreto" que el original (Robert Downey Jr. y Benedict Cumberbatch son ejemplos de ello), no está de más echar un vistazo a unas versiones que se acerquen más al estilo original, donde predominaban más las deducciones brillantes y las historias simples pero efectivas que caracterizaron al detective de Baker Street. Mr. Holmes no está al mismo nivel que las historias originales... pero tampoco se aleja mucho. E incluso si no fuera así... Marvel y DC tienen varias líneas temporales. ¿Por qué no las iba a tener un personaje como Sherlock Holmes?

Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos es casi tan buena como Harry Potter

No sabía muy bien que esperar de Animales Fantásticos y dónde encontrarlos. Por un lado, servidor es Potterhead, así que tenía que ir a ver la película por la misma obligación de un católico va a la Iglesia. Por otro lado, aún me duelen los ojos después de haber leído Harry Potter y el legado maldito, algo que me bajó mucho el hype.

Pero había que ir al cine. Y fui. Y no me arrepiento. Esta película es el spin-off que la franquicia Harry Potter necesitaba. Y es casi tan buena como la saga original. Sí, tengo que decir casi. Es una gran introducción a esta nueva parte del universo creado por J. K. Rowling, es un spin-off muy digno, pero no es una película perfecta (lo sería si hubiera sido una película una, pero va a haber secuelas... y a pesar de la insistencia de Warner en explotar la franquicia, me da que esas continuaciones van a ser mejores).

En esta ocasión, me daba palo comentar toda la línea argumental de la película (me gusta lo suficiente para no estar sacando "peros" a cada cosa que ocurra, así que ¿para qué?), aunque sí voy a hablar un poco de los "bloques" en que se puede dividir la película. Pero antes de ello, una anotación: no está basada en el libro "Animales fantásticos y donde encontrarlos", un libro de Rowling que supone simplemente una enciclopedia de animales mágicos; la película explica los orígenes de dicho libro, que está firmado por Newton Scamander, el protagonista de este film.

🚫 Advertencia: no destripo la trama, pero sí hago comentarios sobre algunos aspectos.
Posibles spoilers 🚫

El primer bloque es el protagonizado por Newt, que llega a Estados Unidos con un maletín lleno de criaturas mágicas. Su camino se cruza con el del no-maj Jacob Kowalsky, quien buscaba un crédito para montar una...

—Oye, oye, Felikis. ¿Qué es un no-maj?
—Pues es el término que usan los estadounidenses para denominar a los muggles.
—Ams. ¿Y qué es un muggle?
—Gente no mágica. ¡Si no te has leído los libros, por lo menos mira la primera película de la saga! (y retén los datos).

El caso es que, por azares de la vida, Kowalsky libera a las criaturas de Newt. Juntos formarán un curioso dúo en que Newt le enseñará las criaturas que lleva en el maletín, además de empezar una persecución de las que huyeron por las calles de un Nueva York temeroso de la magia. Un sentimiento mutuo del que ya hablaré. En su búsqueda tendrán la ayuda de las hermanas Tina y Queenie Goldstein, una ex-auror y una bruja con mucha curiosidad por la vida de los no-maj. Este cuarteto deberá unir fuerzas para atrapar a las criaturas mágicas mientras huyen de la justicia.

El segundo bloque pertenece a Mary Lou Barebon, líder de los "Nuevos Salemitas", una mujer que odia la magia, y que pregona la existencia de brujas en Nueva York, adoctrinando niños. Su hija Credence se pasa la película cantando sobre matar brujas, mientras su hijo Credence no parece estar muy de acuerdo con esa madre que le inflinge castigos físicos.

Esto nos lleva a otros dos puntos importantes en la película. El más llamativo es cómo se vivía en aquellos finales de los años veinte en Nueva York, una sociedad mágica adaptándose al Estatuto Internacional del Secreto. Esto ha llevado a la prohibición del matrimonio entre magos y no-majs (ah, Rowling, cómo las lanza). Además, la sociedad mágica se enfrenta a la amenaza de Gellert Grindewald, un mago tenebroso anterior a Lord Voldemort.

Y todo eso lo mezclamos con unas lecciones de criaturas mágicas. Por un lado, unas muy bondadosas, que recuerdan por momentos a la magia vivida la primera vez que vimos Harry Potter en el cine, y por otro lado (donde sigue la trama) los obscurus, nacidos de la magia reprimida en niños, que son demoninados obscurials (porque ¿para qué usar menos términos cuando puedes sacarte palabras parecidas?). Uno de los aurores del MACUSA (el "Ministerio de Magia de los EEUU" persigue a estos obscurus que están ocasionando grandes daños por la ciudad.

Todo eso junto nos da una historia muy buena... que resulta ser un principio. Es decir, como puse al principio, podría funcionar perfectamente como una película única dentro del universo de Harry Potter, pero precisamente, que vaya a tener secuela, me impide verla como algo de "10". La cinta podría cerrar perfectamente ahí, pero no. Es el inicio de una nueva historia. Y en ese nuevo "todo", esta parte es sólo casi tan buena como la historia original. Máxime cuando parece que en futuras entregas, la balanza de importancia de personajes cambiará el peso de los platillos. Habrá que ver cómo se desarrolla el resto de películas para saber si llegar a igualar (o incluso, quien sabe, superar) a la octología del joven mago de cicatriz en la frente.

Merece unos cuantos puntos adicionales por hacer un poco de "equilibrio" con los elementos que ya conocíamos para contar una historia nueva. Guiños a La piedra filosofal, así como unos efectos visuales de las criaturas mágicas muy bien conseguidas, que nos recuerdan un poco más la magia que tenían las primeras cintas, mezclado con una trama más adulta que se acerca más a la iniciada al final de El cáliz de fuego con el renacimiento de Lord Voldemort. Incluso considero que esta nueva rama podría atraer a gente que recelaba de las películas originales a conocer esta parte no protagonizadas por niños (sí, admitámoslo, al público adulto les puede tirar para atrás una serie de historias de un niño mago).

Ahora sólo queda esperar a Animales Fantásticos y el subtítulo que se les ocurra. En 2018.


Sense8

Netflix hace grandes cosas. Las Wachowski hacen grandes cosas. Y más por más, igual a más. Y este más es Sense8. Sí, soy consciente de que la serie es de 2015, pero existen demasiadas series y tengo que seguir cierto orden. Pero ya la he visto, y es inmejorable.

La serie nos muestra la vida de 8 personas de firetentes partes del mundo. Cada una de ellas con su propia historia... hasta el día en que nace una conexión mental y emocional entre ellos. Ese es el punto de partida del episodio primero, y durante el resto de la temporada irán descubriendo cómo es su poder y cómo pueden manejarlo.

El reparto de personajes principales que comparten esta conexión, denominados "sensates", es uno de los más ricos que he visto en una serie.
  • Will Gorski es un policía de Chicago, con un fuerte sentido de la justicia, y que es perseguido por un asesinato sin resolver ocurrido en su infancia.
  • Riley Blue, una DJ islandesa que al principio de la serie está viviendo en Lonres, con problemas con las drogas (favorita).
  • Capheus "Van Damme", un conductor de autobús en Nairobi, que busca dinero para tratar a su madre, contagiada de SIDA, y apodado así por su gusto por las películas de Jean-Claude Van Damme (favorito).
  • Sun Bak, una mujer de negocios de Seúl, experta en kickboxing. Durante la serie termina encerrada en prisión injustamente.
  • Lito Rodriguez, de orígen español, vive en México como actor estrella, y mantiene una doble vida, pues no ha salido del armario (casi favorito).
  • Kala Dandekar, una practicante del hinduísmo de Bombay, y experta en química farmaceútica, comprometida a un matrimonio que no desea.
  • Wolfgang Bogdanow, un ladrón de cajas fuertes de Berlín, que además forma parte del mundo de la mafia.
  • Nomi Marks, una blogger política y hacker de San Francisco, es una mujer transgénero y lesbiana (favorita).
Este reparto funciona con una química increíble entre ellos, y permiten llevar una buena narración de varios aspectos de la vida, como la familia, la sexualidad, el género, la política, la religión, la identidad... Es un cúmulo de historias bastante importante, en que ninguno de los personajes "cojea". Todos ellos son "unos desgraciaos", pero cuando se juntan son mucho más.

Por cierto, tengo que decir que Lito Rodríguez está interpretado por Miguel Ángel Silvestre (también conocido como "el Duque de Sintetas"), y lo hace bastante bien y tiene uno de los personajes que considero más carismáticos de toda la serie.

Salvo los dos primeros episodios, que son MUY densos (cosas de tener que presentar a 8 personajes tan completos) la serie no hace más que mejorar por momentos con sus historias, sus tribulaciones, sus encuentros, cómo se conocen y se ayudan mutuamente... Y ese final de temporada...



El episodio que cierra la temporada es la joya de la corona. Los 7 sensates unen fuerzas para liberar a la octava, Riley, de manos de Whispers, para lo cual, Will viaja donde la tienen encerrada. Deberá combinar sus habilidades con las de todos los demás, actuando todos como si fueran uno, para conseguirlo, con un resultado visual la ostia de bueno. Lo siento, Avengers, pero estos tíos os han superado como héroes, le pese a quien le pese.

Como añadido, hay que decir que las Wachowski no se andan con tonterías sobre el pudor, la censura, etc. Trata la sexualidad, y no dudan en mostrar escenas de sexo de Nomi y su novia... O de Lito y su novio. Además de varios desnudos integrales, y una escena adicional que no voy a contar. No es muy spoiler, pero es una sorpresa.

Una serie muy recomendable, y especialmente ahora, que va a emitir una segunda temporada en que ya no va a haber, en teoría, más presentaciones y se podrán ir desgranando incógnitas y nuevas historias entre todos ellos. Esperándola con muchas ganas.

V de Vendetta (versión papel)

Versión papel, por no usar "cómic" o "novela gráfica" (el debate sigue en la mesa...). Hace ya dos años reseñé la película de 2006 V de Vendetta, y ahora es cuando he leído el original: 'V de Vendetta', de Alan Moore. Bueno, en realidad en septiembre, momento en que escribo estas líneas, pero me pareció oportuno programar su publicación para el 5 de noviembre.

Leyendo 'V de Vendetta', creo que entiendo cómo se decidió hacer una adaptación libre para el cine. Esta historia no hubiera funcionado en las salas de cine, pues más densa. De igual forma, dudo que a la inversa funcionase, pues la película es más visual. Pero estamos aquí por la obra original.

Y realmente, no hay mucha diferencia al principio de la historia. Ocurre un poco como con 'The Walking Dead', que las historias parten del mismo punto para contar dos historias paralelas y que tienen cierta relación, sin que ocurra exactamente lo mismo.

V sale por la noche a ejecutar su plan, y de camino se topa con unos hombres que acosan a Evey. Logra rescatarla y hacer una pequeña alianza con ella. ¡Explosión! Y ahí ya empiezan a cambiar detalles.


Alan Moore dedicó su obra no sólo al trabajo realizado por V para alcanzar su vendetta, sino que incluyó un amplio abanico de personajes secundarios: personal del Dedo y otros organismos del gobierno del Fuego Nórdico, así como la mujer enviudada de uno de los agentes.

Pero al margen de eso, la historia se mantiene en caminos muy paralelos. Tanto que he llegado a una conclusión por la cual me juego una crucifixión, pero voy a tener que decirlo: desmiento que el cómic/novela gráfica sea mejor que la película. Ambas se pueden ver conjuntamente sin poner una por encima de la otra. Cada una es genial en su medio, y no por ello pisa al otro.

Que sí, que Alan Moore es un genio y lo que queráis, pero a mi me sigue encantando la película (que por cierto, esta noche cae. Como cuando me veo en Semana Santa La vida de Brian).

Recuerdo muchos comentarios en plan "es que la película te ponen a V como un antihéroe mientras que en el cómic es un zumbado/te dejan que tú lo interpretes". Pues es que para mi la conclusión es la misma, es un antihéroe, es alguien que lucha en el sentido literal de la palabra contra un régimen fascista y opresor.

Pero es que eso no puede ser, el original es mejor porque es del autor... Vale, le vais con el cuento ese también a toda la gente que prefiere el Sherlock de la BBC que al original de Arthur Conan Doyle. ¡Señores, dejen opinar en paz! Y que a cada uno le guste lo que le guste.

Y ojo, es una buena lectura. Tiene un estilo de dibujo... diferente para los que hemos crecido con producto español (Mortadelo, Zipi y Zape, etc.), pero está genial. Entretiene. Y como es lo normal, que cada cual saque sus propias conclusiones sobre las acciones de V. Simplemente...

Recuerden, recuerden
el cinco de noviembre
conspiración, pólvora y traición.
No veo la demora
y siempre es la hora
de evocarla sin dilación.

Black Mirror: tercera temporada

Un mes de descanso en el blog. Ya está bien, Felikis, ponte a publicar. Y para ello, Black Mirror, la tercera temporada. Hace ya tres años comenté las dos primeras temporadas. Vamos, las que había. Y es ahora, gracias a Netflix, cuando hemos recibido seis nuevos episodios.

Black Mirror no es una serie. Es LA serie. Vale que hay muchas obras maestras en la televisión, pero pocas que sepan mostrar los tintes oscuros del mal uso de las nuevas tecnologías. Y en esta temporada lo han hecho magistralmente. Otra vez.

Voy a intentar hacer esto libre de spoilers, pero es muy complicado, y no descarto contar algo de la trama que pueda ser spoiler pero es necesario.

Antes incluso de inmiscuirme en estas seis nuevas joyas, quiero hacer un repaso rápido del episodio especial 'Blanca Navidad' ('White Christmas'), emitido en 2014. Un episodio que me quitó el mal sabor de boca que me dejó el episodio que cerraba la temporada dos, 'El momento de Waldo' ('The Waldo Moment', personalmente, es el peor de toda la serie). Pues bien, esa 'Blanca Navidad' nos muestra las historias de dos personas. Una de ellas, uno de los empleados de un nuevo sistema que permite "extraer" una copia de nuestro cerebro y usarlo para programar nuestro propio asistente virtual para las smarthomes. Además de eso, tiene un negocio particular privado, usando las cámaras en primera persona para ayudar a la gente con problemas para socializar a salir a la calle y conocer gente. Su compañero tiene una historia más traumática, pues fue abandonado por su mujer antes del nacimiento de su primer hijo. Pero él estaba obsesionado por conocer a la criatura. Estas historias coexisten en un mundo en que en las pupilas tenemos un software que nos permite "bloquear" a la gente, de tal forma que evitamos verles y oírles.

Fue genial ver cómo aquel capítulo recuperaba el espíritu de los primeros episodios. Y en parte mi alegria, en parte mi miedo, llegó cuando supe que Netflix iba a adoptar la serie, y programaban unos 12 episodios más (sí, 6 ahora y 6 más para una cuarta temproada). ¿Por qué? Porque Netflix hace series muy buenas (pero no todas), pero hay mucha diferencia entre las series estadounidenses (de donde viene Netflix) con las británicas (sí, Black Mirror es very british). Por tanto la combinación podía ser muy buena o un desastre.

Pues no lo fue. Black Mirror sigue fiel a sus orígenes, con Charlie Brooker, su creador original, participando en ella activamente. Y de esa forma, sumerjámonos en la tanda de nuevos episodios.

'Caída en picado' ('Nosedive') abre la temporada con elegancia. El episodio nos presenta a Lacie, una mujer que se la pasa mirando el móvil. Como casi todos hoy en día. Hasta que entendemos de lo que va la vaina. Lacie vive en una versión del mundo en que el status social se mide en base a la puntuación de la gente. Un sistema de puntuación de cinco estrellas que determina si eres una persona que merece la pena o un paria social. Sonrisas, cumplidos, halagos y corrección al hablar marcan las pautas de todo encuentro, a fin de evitar tener una puntuación negativa. Y Lacie se lo curra, es una 4'2, pero necesita más. Y ve su momento cuando una amiga de su infancia, una 4'8 (la élite) la invita a su boda. El título del episodio nos explica qué ocurre a partir de ese momento.

El segundo episodio se titula 'Playtesting'. Y eso es, literalmente. Bueno, no mucho. Primero tenemos que conocer a Cooper, un americano con afán de viajar. El hombre perdió a su padre, y la relación con su madre no es buena, así que tiene la excusa perfecta para salir. El problema viene cuando, al llegar a Reino Unido, se queda sin dinero. Pero no pasa nada, pues ha encontrado un trabajo rápido para conseguir dinero: ser betatester de un nuevo juego de realidad virtual. Un juego de terror en realidad virtual, para ser exactos, y no ya con unas gafas, sino con un implante cerebral. Y que se alimenta de nuestros propios miedos para personalizar la experiencia. La ostia. Y literalizando lo de "enfrentarnos a nuestros propios miedos".

Si podemos usar el término midseason para una serie que te han dado todos los episodios de una tacada, ese episodio es 'Cállate y baila' ('Shut Up and Dance'). Kenny es el típico muchacho cuya hermana le coge el portatil y al instalar una mierda para ver series gratis, lo infecta con un virus. Nada muy fuera de lo habitual. Kenny logra reinstalar su portátil. Pero el virus no ha desaparecido. No el gordo del asunto. Unos hackers tienen acceso a su portátil, y le exigen su número de teléfono para seguir con su extorsión: tienen un vídeo de Kenny "dándose placer" con contenido ilegal en su portátil, y lo difundirán en caso de que no obedezca. Kenny, en ese momento, se irá cruzando con otras personas víctimas del chantaje de estos hackers. ¿Lección del episodio? Nunca se debe ceder a un chantaje.

Pensándolo bien al llegar al cuarto episodio, sí que podemos hablar de "segunda parte de la temporada", pues los tres siguientes episodios cambian la tónica de los anteriores. De hecho, no me extraña que 'San Junípero' ('San Junipero'), que en teoría iba a ser el primer episodio de la temporada, quede ahora aquí, cuando ya estamos dentro de la serie, pues posiblemente no veríamos el resto de la tanda episódica. No es que el episodio sea malo, sino que cambia mucho el mensaje de la serie, mostrando que la tecnología también puede ser nuestra aliada, en medio de la historia de amistad y amor de dos chicas que se conocen y se van encontrando a lo largo de las décadas en los sábados noche. Insisto, un episodio precioso, incluso su final es bonito. Pero no llamaría a seguir, personalmente, con el resto de la temporada si te lo ponen nada más empezar.

Claro que la tecnología no sólo está cambiando nuestra forma de vivir. Tiene infinitas aplicaciones, como la militar. Y eso es lo que tenemos en 'La ciencia de matar' ('Men Against Fire'). Stripe es soldado en un ejército que utilizan "máscaras" que les permite comunicarse, ver planos de zonas en 3D... Y una de las guerras que deben luchar es contra "las cucarachas". No el insecto, sino una especie de monstruos humanoides, que parecen ser sádicos, violentos, rateros, y de escasa inteligencia. ¿Y qué ocurre cuando nuestro sistema empieza a falalr y vemos cosas que no son? Stripe aprende esa lección en un duro episodio, que todo sea dicho, me ha recordado un poco al punto que llegan las películas de The Purgue.

Pero como cantaba Nelly Furtado, todo lo bueno tiene un final, titulado aquí 'Odio nacional' ('Hated in the Nation'), el episodio con más duración de la temporada (hora y media). Un ataque directo... a los ataques directos en Twitter. En esta historia, las personas en Twitter que son señaladas, y que reciben amenazas de muerte (lo típico), empiezan a morir. Esta historia se une con las consecuencias del copalso de colonias de abejas, que decidió arreglarse a base de la creación de pequeños drones con forma de abeja, capaces de autorreproducirse y polinizar. ¿Qué pasa cuando se pierde el control del sistema? Drones, hacking, Twitter, CCD... Un combo explosivo que nos podría pillar más cerca de lo que creemos.

En resumen, una temporada de diez. Unos episodios brillantes, una narración bien conseguida, unos efectos especiales (cuando son necesarios) buenos, y sobre todo esos what if que nos dejan pensando. Y no me gusta verlo como piensan que "es que Charlie Brooker es un tecnófobo que bien que le gusta usar Netflix para lucrarse". No. Es más un simple toque de advertencia. Un llamado a que seamos responsables con las tecnologías. Son unas herramientas maravillosas. Pero como toda herramienta, hay que usarla bien.

Recomiendo encarecidamente su visionado. Da igual el orden, son episodios autoconclusivos. Pero echad un vistazo. Disfrutadla como si de un maratón de películas se tratase (se puede hacer).

Veamos... ¿cuál sería mi top de episodios de la serie?

1. 15 millones de méritos (Fifteen Million Merits) S1E2
2. Odio nacional (Hated In The Nation) S3E6
3. El himno nacional (The National Anthem) S1E1
4. Blanca Navidad (White Christmas) S3E0
5. Playtesting, S3E2
6. Tu historia completa (The Entire History of You) S1E3
7. Cállate y baila (Shut Up And Dance) S3E2
8. Oso blanco (White Bear) S2E2
9. Caída en picado (Nosedive) S3E1
10. Ahora mismo vuelvo (Be Right Back) S2E1
11. San Junípero (San Junipero)
12. La ciencia de matar (Men Against Fire)
13. El momento Waldo (The Waldo Moment)

Ojo, que no significa que unos episodios sean mejores que otros... salvo 'El momento Waldo', que seguirá bajando en la lista según haya más episodios. Así que insisto, os insto a verlos y juzgar por vosotros mismos. A mi la temporada me ha dejado muy satisfecho. Black Mirror ha vuelto más Black Mirror que nunca.

Harry Potter y el legado maldito (el libreto)

Antes de empezar, va a haber spoilers.




En serio, voy a destriparlo.




Es el último aviso. ¿Quieres continuar? ¿De veras?




Tú lo has querido. Empiezo.

Harry Potter y el legado maldito. Nunca mejor dicho. ¡Malditos! ¡Lo habéis destruído! ¡Os maldigo a todos! En serio... Quizá haya exagerado un poco, pero... ¿por qué? ¿Por qué esto? ¡Harry Potter merecía mucho más que... esto! Y que conste, estoy hablando del libreto. La obra no la he visto, ni lo haré, salvo que la traigan al menos a los cines.  Entonces sí la veré. Por masoquismo. Porque vaya libreto tan malo.

Tengo que decir que no soy experto en teatro, pero... Harry Potter me ha acompañado muchos años. Y esto no parece un libro de Harry Potter. Dentro de cualquier obra medianamente popular, sale una cultura de fans que realiza sus propias versiones. Pues bien: han ido a llevar a teatro la peor versión posible (al menos que yo haya leído... y mira que a mi se me han ocurrido locuras). Y si pulsas el botón, te voy a contar toda la historia.



La obra empieza donde el epílogo de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, con Albus Severus Potter, hijo de Harry, a punto de empezar en Hogwarts y con miedo de acabar en Slytherin, blablablá, lo que ya nos conocemos. En el tren, decide pasar olímpicamente de su prima, y mejor amiga hasta entonces, para hacerse amigo de Scorpius Malfoy. Hasta ahí todo correcto... salvo por el hecho de que estos niños ya tienen la cabeza con ideas preconcebidas. Resulta que se rumorea que Scorpius es hijo directo de Voldemort. ¿Por qué? Porque sí, porque pueden.

La conversación de los tres sobre esto, los giratiempos, y eso, me parece muy poco natural. No por los personajes en sí, que no conocemos y cualquiera puede tener una visión de cómo son, sino porque... son putos críos. Once años, cojones. Y tienen más información en una página que nosotros en todos los años que nos pasamos leyendo los libros.

Y cómo no podía ser de otra forma, Albus termina... ¡en Slytherin! ¡Oh, que sorpresa, nadie se lo esperaba! Y de ahí, un montón de escenas que resumen que Albus las pasa putas en Hogwarts, y que cada año que pasa, vive más amargado por ser el hijo de Harry Potter  y al tiempo, el amigo del hijo de Voldemort. Y sin darnos cuenta de pronto estamos a punto de empezar el cuarto año de Albus en el colegio.

Que vale, que sí, que tienen que ir rápido a la acción. Es teatro, no una serie nueva de novelas, y tienen que explicar mucho, vale. Pero... Coherencia. Un poco de coherencia es lo que pido. Que sea coherente con la historia original.

Luego vemos que Harry ha arrestado a Theodore Nott, y le ha incautado un giratiempo. Hermione, la Ministra de Magia (¿por qué? Porque sí, porque pueden) tiene una conversación con él, en la que no parecen los mismos personajes que conocimos. Poco después, se reúne con Amos Diggory, en su casa (la de Potter), porque el anciano quiere que rescate a su hijo del pasado, pues no merecía morir.

¿En serio? ¿Rescatar a Amos Diggory del pasado a estas alturas de la vida? ¿Un personaje tan odioso como él? (Sí, odioso, recordemos la actitud que tenía en el cuarto libro). En cualquier caso, Albus ha escuchado la conversación, al igual que Delphi, la sobrina de Amos, que le cuida y hace de enfermera en un asilo para magos. Antes de la partida a Hogwarts, Harry le regala a Albus la manta en la que fue entregado a los Weasley cuando era niño. Un espléndido regalo emocional... pero que en ese momento de la relación resulta un patinazo. Ambos se terminan gritando, el joven que no quería ser su hijo, y Harry, no haberle tenido. Esa noche, Harry tendrá una pesadilla con Voldemort.

¿En qué momento Harry se convierte en un desequilibrado? En serio, no me cuadra con el tipo de persona que vimos. Pero aguardad, que me reservo para el final.

En el expreso de Hogwarts, Scorpius tira la caña a Rose, vuelve a ser rechazado, su madre ha fallecido, y Albus, con su miopía emocional, le dice que van a ir a salvar a Cedric Diggory al pasado, de forma que escapan del tren (de una forma demasiado fácil) para ir a ver a Amos y decirle que lo harán. Delphi se presta a ayudarles.

Así que se cuelan con la poción multijugos en el Ministerio, al tiempo en que sus padres emprenden su búsqueda, para hacerse con ese giratiempo especial que rompe con las leyes de la magia de la propia Rowling y las palabras escritas por la propia Rowling. ¿Por qué? Porque sí, porque pueden. El plan que tienen es una mierda... algo que me cuadra con el tipo de personalidad que tienen estos personajes: viajar al pasado e impedir que Cedric pueda derrotar al dragón de la primera prueba.

El caso es que logran viajar, pero el giratiempo apenas aguanta cinco minutos antes de devolverles a su tiempo... que ya no es su tiempo. Eso sí, han cambiado la historia: Ron no se casó con Hermione, Albus es Griffyndor, Harry es aún más huraño que nunca... sí, más que en La Orden del Fénix si cabe.

Aquí nos meten unos rollos sobre la amistad y todo eso que, una vez más, comentaré al final del artículo (Harry prohíbe a Albus que vea a Scorpius, y oh, sorpresa, terminará desobedeciendo), la pareja de amigos decide actuar otra vez con un sustituto del sentido común, y en lugar de corregir la primera cagada, cometen otra fastidiando a Cedric en la segunda prueba. Aquí tenemos por primera vez a Scorpius sólo.

Sólo en un mundo enormemente cambiado: Cedric se hizo mortífago, mató a Neville, y Harry murió, dando paso al tiempo oscuro de Voldemort y el Augurey. Su padre, Draco, ocupa ahora el puesto que ocupa Harry en la línea temporal verdadera, y él ha crecido siendo un cabrón hijo de puta. Claro que eso a él le pilla por sorpresa.

Pero Scorpius le echa pelotas al asunto y empieza a hacer preguntas indiscretas por doquier, hasta descubrir que Snape está vivo en este tiempo, y que él, Ron y Hermione son los últimos restos del Ejército de Dumbledore (no ya de la Orden, no). Pero qué coño, vamos a confiar en ese joven que parece haberse dado un golpe en la cabeza y olvidar quién es. Tras un momento Ron-Hermione, dementores, Umbridge, Scorpius logra volver a su verdadera época y encontrarse con Albus.

Castigados para la eternidad, Scorpius revela a Albus que, aunque dijo que perdió el giratiempo... Lo tiene guardado, porque los mayores no son de fiar de deben destruirlo ellos. ¡Me cago en la leche! ¡Harry, Ron y Hermione, en su infancia, por lo menos intentaban convencer a algún mayor de que les hicieran caso antes de meterse en líos! ¡Pero estos no! ¿Para qué? ¡Eso es muy mainstream! Pero Albus no puede evitar llamar a Delphi, que le hace tilín, y forma parte del ajo, a pesar de que no ha ido a ninguna parte con ellos.

Pues sí, pero no. Forma parte de otro ajo. ¡Anda! ¡Que el personaje casual tiene más relevancia! Y les rompe las varitas y les va a obligar hacer cosas mientras los adultos no se enteran de lo que ocurre... mira, eso último sí se parece al universo de Rowling. Pero claro, cuando se quieren dar cuenta ya es demasiado tarde. Delphi se lleva a los muchachos porque hay una profecía (no sabemos de dónde salió) que determina que dos loosers deberán salvar al otro (Cedric) para que resurja Voldemort. Así que van a viajar a la tercera prueba... donde sus planes los desbarata el propio Cedric. Como diría Nelson Muntz: HA-HA. Pringá.

Pero ella no se rinde, y tras manipular el giratiempo, lo rompe, quedando atrapados en 1981, el día antes de que Voldemort matase a Harry. ¿Primera suposición? Que lo quiere matar ella primero. Pero están desarmados, oh, qué hacemos. Habrá que avisar a los mayores. ¿Cómo? ¡Pues dejando un mensaje en la manta famosa que Harry le regaló a su hijo convenientemente! ¡Y que convenientemente Harry tendría en las manos aquel día! ¡Que maravillosa es la magia!

Y para rematar la faena, Draco también tenía un giratiempo. Uno mejor, que no te limita el tiempo a los cinco minutos. ¿Por qué? ¡Porque pueden, ostia ya! Viaje al pasado de Harry, Draco, Ron, Ginny y Hermione, emotivo reencuentro entre padres e hijos que no congenian, y resulta que no, que Delphi no quiere matar a Harry, sino advertir a Voldemort, quien (oh, sorpresa, es su padre) de lo que ocurriría si lo hace. ¿Solución lógica? Que Harry se haga pasar por Voldemort y la lleve a un sitio seguro donde poder reducirla.

El plan, obviamente, no sale bien (punto interesante de la historia: Delphi es hija de Voldemort y Bellatrix; ¿quién no se había imaginado esa pareja?), pero entre Harry, luego Albus, y luego todos contra ella, que así podréis, la derrotan para llevarla a Azkabán. Antes de irse, Harry quiere ver el momento de la muerte de sus padres. Un tiempo después, él y Albus luchan por tener una relación más normal.

Hasta aquí la parrafada del argumento. Ahora, vamos a lo general. Con spoilers, pero menos, coño. Que la traducción salió el miércoles y estamos a viernes. Y esto lo estoy escribiendo el jueves por la noche.

Personajes... Vale, es cierto que se desarrollan, pero... Ninguno me termina de cuadrar con su actitud. Es como si de pronto, la sombra de lo que pasó 19 años antes se cebara con ellos. Harry se ha convertido en una persona mucho más fría. Y Ron... un fantasma de su difunto hermano Fred. Draco parece que no aprendió nada. Ginny recupera el papel de aparecer y desaparecer sin que se note. Y Hermione... me sorprende, pero parece que tiene su cargo un poco subido a la cabeza.

Eso en lo que respecta a los personajes originales, pues los hijos... Scorpius, pase. Ha crecido en un ambiente aislado y bastante bien lo lleva, pero Albus... en serio. ¿Cómo es posible que tenga el trauma de ser el hijo de Harry Potter? ¡Tiene un hermano mayor! ¡No es el primero que pasa por ahí! Joder... No. Que no me termina a mi de cuadrar.

Y el otro punto a comentar... Tema familia, amigos, etc. Me ha resultado... mundano. Dramáticamente mundano. No es eso lo que quiero ver cuando voy a leer algo de Harry Potter. No, lo siento. Soy un cabrón asentimental, pero es que no me gusta, no es lo que me llama, me sobra. Y especialmente cuando, parte del argumento se cimienta ahí, me gusta todavía menos. Esto es lo más subjetivo que digo (como si el resto del post no lo hubiera sido). Lo sien... no. No lo siento. Es lo que hay.

Por cierto, Salamandra, que el universo de Harry Potter utiliza lechuzas, no búhos, que las traducciones de los siete libros originales la hicisteis vosotros.

A rasgos generales, diría que es un quiero y no puedo. Quiero y no puedo ser una historia genial, concretamente. Podrían haber hecho mucho más con la base con la que contaban y no fue así. A pesar de todo lo que digo, se va a llevar un 5. Las expectativas estaban demasiado altas cuando se anunció la obra de teatro... aunque en mi caso bajaron rápidamente cuando leí los spoilers que se filtraron por la web cuando la gente empezó a ir al teatro a ver la otra.

En resumen... ¿se puede leer? Sí, pero más por curiosidad que porque vayas a toparte con una lectura buena. El sentimiento Potterhead es más poderoso. Pero vamos, que si prefieres ahorrártelo, tampoco te vas a perder el bombazo del año. Que para gustos los colores. Y si al guionista le gustaba el mundo de Harry Potter de este modo, pues vale que lo haya hecho de este modo. ¿Por qué? Porque sí, porque puede.

Cómo se estructuran los comentarios en Internet


Posponiendo una semana más una entrada de "Nueva vida, nuevos problemas" (aquel relato que empecé hace un año y terminaré allá cuando el calentamiento global deje Madrid en primera línea de playa), he estado pensando en cómo se suelen estructurar los comentarios en un artículo de Internet... y esta es la conclusión:
  1. primeeeeeeerrrrrrrr!!!!!11111
  2. primeeeeeeerrrrrrrrrrrr!!!!!1111111
  3. oh, mierda, se me adelantó :(
  4. buah, a quien le interesa eso
  5. Comentario de un autodenominado experto en la materia, que pone en tela de juicio la credibilidad del artículo.
  6. Comentario del segundo autodenominado experto, que le discute al anterior porque no tiene ni puta idea.
  7. Aquí interviene uno para apoyar a uno de los dos, sin importar cual, y sin pruebas. Normalmente se le ignora.
  8. El primer experto se envalentona y saca enlaces.
  9. El segundo experto contraataca con sus propias fuentes, y con el brazo listo para dar ostias.
  10. Aquí otro que no se entera, pero tiene que entrar en la conversación de algún modo.
  11. Otro que intente que reine la paz entre ambos expertos.
  12. Repetir los comentarios 6-9. Se puede hacer una vez más, incluso.
  13. Tras tanto bombo, el siguiente que comenta ya pasa de hacerles caso. Pero caerá víctima de un tercer experto si no se descuida. Se repiten los comentarios 6-9 pero con la nueva temática.
  14. Otro que interviene: no tenéis no puta idea.
  15. Otro más: No, tú sí que no tienes ni puta idea.
Y así... Normalmente después de todo ese jaleo ya hay comentarios "pelaos" que nadie ha hecho caso, por tardones en responder, porque la bulla ya la tienen otros.

Y ya con los hilos de Twitter te da la risa. Suelo ver los hilos más o menos así:

@usuario: Primer tuit del hilo, con intención de resumirlo en 74.
@usuario: Segundo tuit
@usuario: Tercer tuit
@fan_de_usuario: ¡Toda la razón! Laik y emegé.
@usuario_que_conoce_a_fan_de_usuario: ¡Exageras!
@usuario: Cuarto tuit
@usuario: Gracias a @fan_de_usuario
@usuario: Empieza a debatir con @usuario_que_conoce_a_fan_de_usuario sin desatender su hilo
@usuario: Quinto tuit
@persona_casual: No puedo estar #deacuerdo porque CUCHARA
@usuario_que_mira_el_hashtag_#deacuerdo: Lee todo y da RTs a placer.
Se unen más arrobas a la conversación, mientras @usuario ya ha publicado 20 tuits y sigue en debate con @usuario_que_conoce_a_fan_de_usuario.
@el_que_no_falla: ¡@usuario es feminazi!
@el_otro_que_no_falla: @el_que_no_falla tiene razón y además @usuario es comunista y podemita
@seguimos_sumando: ¡la culpa es del capitalismo! @el_otro_que_no_falla @el_que_no_falla @usuario
@usuario: Publica más tuits preguntándose por qué le están mencionando en un debate que no ha abierto.
@empresa_chachiguay_de_promo: ¡Hola, @usuario ¿No te apetece un suculento paniajo para cenar? ¡Usa nuestra #app!
@el_otro_que_no_falla bloquea a @seguimos_sumando, y con tan mala ostia que le denuncia la cuenta
Todo Twitter termina cruzando opiniones sobre el PP y Podemos mientras @usuario termina de publicar su hilo sobre el cambio de estilo de animación de ShinChan desde 1992 hasta hoy.

Y así sigue la cosa.

Frikis, fans, posers


He disfrazado a mi avatar de un personaje de DC (versión cómics que no he leído y película que no he visto) y lo voy a usar para ilustrar un post de un tema que ha empezado por Marvel. Ole mis cojones.

Stan Lee (esperad, que me voy a cubrir de ese fanboy armado que me vigila con odio) declaró hace un año y dos meses que Spider-Man no podía ser negro. ¿Motivos? "No tendría ningún problema en que originalmente Peter Parker fuera latino o negro, indio o cualquier otra, pero de serlo debería quedarse así. El caso es que originalmente hicimos a Parker blanco, y no veo por qué debería cambiar eso." Hace unos días declaró que Zendaya Coleman podría ser una buena Mary Jane: "Si ella es tan buena actriz como he oído que es, creo que ella va a ser absolutamente maravillosa. [...] El color de su piel no importa, su religión no importa, lo que importa es que sea la persona adecuada para el papel".

Dejo aquí una foto de Zendaya para que, quien no la conozca, entienda de lo que va la vaina (créditos a la Wikipedia):

Contradicciones aparte (al menos hasta que Stan diga lo mismo sobre tener un Spider-Man negro) esto ya no va sólo por Stan (y van dos veces que le llamo sólo por el nombre de pila) sino por toda esa gente que le da la pataleta cuando se cambia algún personaje, ya sea cambio de raza, religión, bando, o que es más bien delgado mientras en el original es esbelto. Mundo, estamos en la época de las nuevas versiones. De las revisiones. Del remake. De dar vuelta a todo lo que conocemos. Nos guste o no. Para lo bueno y para lo malo.

Es algo que me sorprende especialmente por parte de los lectores de cómics de Marvel y DC. Con la cantidad de universos de cada uno que ha habido en los cómics... ¿qué no es, sino "otro más", los personajes que son llevados a la gran pantalla en el cine? (esquiva el botellazo) Es lo que hay.

Estamos en el punto en que "lo viejo" ya no vale en este mundo. Ya en la ficción en general. Los personajes que aparecen en producciones tipo "Avengers" o "Suicide Squad" no son los mismos. Son una versión más de todas las que se han hecho. Y por distintas versiones se debe entender que no van a ser iguales. Compartirán rasgos, o otros cambiarán. Físicos y psicológicos. ¿Y qué hay de malo? Los universos alternativos llevan existiendo en los cómics años. Pero ahora llega Hollywood haciendo lo que mejor se le da (lo que les sale del ciruelo) y perdemos la cabeza porque "es personaje es sólo un 90% fidedigno y nunca haría eso o no se vestiría así".

Bueno, tú dices eso y te enfadaste con D. Yates por lo que hizo con "Harry Potter". Bueno, sí y no. Me refiero, no es lo mismo cuando decides adaptar la saga propiamente dicha ("Harry Potter", "The Hunger Games"), en cuyo caso se entiende que va a seguir por los mismos caminos que la original, que adaptaciones como "V de Vendetta" al cine o "The Walking Dead"a televisión.

Vale, pero te has quejado también de "Anacleto: Agente secreto" o "Zipi y Zape y el club de la canica". Así es. Pero es que ahí soy incapaz de reconocer una adaptación o una versión. Por norma general, esas cosas deben recordar en algo al original. No ser exacto. No ser calcado. Pero hay casos en que no es así. Hay casos en que se elige un nombre popular y se pone al protagonista en algo que no se acerca ni remotamente a lo que conocemos. Eso sí me mosquea, la verdad.

Y aparte de esto, que podéis considerar que tengo razón o que me equivoco, hay un tema más que quiero meter en esto. Hablo de esa guerra de fans vs posers. Esos comentarios que he visto de "Joder, se metían conmigo de niño porque me gustaban los superhéroes y ahora les gusta a todo el mundo" o "Si van a ver 'Suicide Squad' es por las tetas de la Harley". Por favor, parad. Por mucho resquemos que tengáis. No. No se hace eso, caca. Seamos evolucionados.

Que lo que antes era de "frikis" ahora le guste a una cantidad de gente mayor no es sino beneficioso. De ahí sólo puede salir algo bueno. De ahí sale que la próxima generación no va a tener que soportar los abusos de los chulos porque "mira ese que lee cómics". O bueno, será en menor medida. Pero será más gente con ese tipo de gustos.

De igual forma, los motivos que lleven a alguien a ir al cine nos tienen que importar un pedo. ¿Que ese sólo va a verle las tetas a Harley Quinn? Deja que vaya, es su dinero. Y mira, puede que le guste. Y que vaya a otras películas que también le pueden gustar, y nunca las habría visto de no ser porque "esa" le llamó por alguna razón. Coño, que yo mismo me he vuelto fanático del mundo zombie por TWD, si no, nunca se me hubiera ocurrido.

Porque a mi, lo que haga un poser, me da igual. Lo que me molesta es que me atropelle un fanático. Los que pretenden (y recalco el pretenden) mandar sobre qué puede ver cada uno o que no en base a toda la historia previa que haya de algo que vaya a salir en la tele o en el cine o en videojuego. O de un videojuego que adapten a libro. O de un elemento X adaptado a un elemento Y, en general.

Deja que la gente lo conozca por la vía que sea. Deja que la gente se empape. Y no des la barrila para que lo conozca. Sé fan, y deja que el otro se limite a que le guste. No tiene nada de malo. Comparte con esa persona ese ir al cine. Puede que le enganches. O puede que no. Pero no es plan de ir arrasando con esas personas.

El mundo del entretenimiento es eso: entretenimiento. Disfruta y no te alteres. Que no te merece la pena amargarte un estreno por ir pensando "Voy a estar rodeado de garrulos que ni siquiera conocen al verdadero 'Doctor Strange'". Porque el único que va a sentirse mal con eso vas a ser tú.

Nano

¿Qué tendrá Robin Cook, un doctor que escribe novelas, para enganchar a un informático, que sólo entiende de virus no orgánicos? Pues a mi que me engancha, incluso cuando pone de protagonista a un ser irritante.

Pues mi lectura más reciente, interrumpida por el periodo estival, ha sido Nano. Publicado en 2012, secuela de su novela anterior Polonio 210. Hay que admitir que puede no ser la mejor novela de Cook. Pero quizá no tanto como para que en GoodReads la estén  con 1 o 2 estrellas los más recientes. Yo un poco más, por llevar la contraria. Y porque suelo disfrutar más de lo que leo. O de casi todo lo que leo.

Entrando en materia, Nano es una novela que nos re-presenta a Pia Grazdani, trabajando para la corporación Nano, dedicada a la nanotecnología médica. Su trabajo es lo único que parece preocuparla, más allá de relaciones sociales y tener vida fuera del trabajo. Además, Pia es la denominación de cabezota (como nota, es su personalidad lo que más he visto que irrita a la gente, pero en mi caso... no sé, es ficción, mola).

A la vez, Pia es cortejada acosada por su jefe, Zachary Berman, fundador y director de Nano, un hombre acostumbrado a salirse con la suya y que la experiencia al ver a su familia consumida por el alzheimer lle llevó a entrar en el campo de la medicina para luchar contra dichas enfermedades con la nanotecnología. La financiación y los medios los obtiene del gobierno chino.

El meollo de la historia empieza el día en que Pia, al salir por los caminos montañosos que rodean Nano, se topa con un corredor chino tendido en el suelo, muerto. Llamando a emergencias, el chino termina despertando como si no pasara nada. En Urgencias, conoce al doctor Paul Caldwell, momentos antes de que el personal de Nano se presente allí, reclamando la custodia del corredor chino. Pia empieza a ver algo extraño en el modo de funcionar de su empresa y decide investigar.

Como argumento, se podría decir que "uno más", pero aún así se trata de una lectura amena y movistar. Pia también está acostumbrada a conseguir lo que quiere, y hace todo lo que puede (y más de lo que debe) para averiguar qué secretos esconde Nano, para lo cual deberá aprender a manejar a su jefe, que parece perdido por ella.

Ya al margen de la historia propiamente dicha, Cook siempre deja en sus textos el debate moral sobre el uso de según qué tecnicas y qué ensayos para "el bien común", como se ve reflejado en los constantes intentos de Berman de que sus ensayos funcionen y pueda aplicar su tecnología al campo que más le preocupa. Los límites de la moral. Que por supuesto, cada cual tendrá los suyos (aunque hay unos que están "socialmente aceptados y normalizados").

Nano constituye a su modo de un toque de atención sobre este tema, así como explorar las posibilidades que tiene la nanotecnología en el campo de la medicina, tales como extirpar tumores y demás elementos dañinos del organismo, entre otros posibles usos, así como de las consecuencias de querer actuar libremente sin nadie que nos de apoyo o le brindemos nuestra confianza.

Grande, Cook. Y cómo me revienta no poder hacer reviews en condiciones destripando el argumento, cohone.

Como fue (o me imagino) la compra de lol:-) por parte de Mediaset


Pues así es como me lo imagino. En serio, nunga antes un programa de humor me ha hecho menos gracia. Y eso que he leído el programa electoral del PP.

(ya, ya se que esto no tiene nada que ver con lo que suelo publicar, pero tenía que decirlo...)

Windows, Linux y la informática en general


Que después de mucho tiempo preguntándome qué escribir, o si debería tirar la toalla, o dedicarme a otros géneros, me ha venido la inspiración en un ramalazo de mala leche, de esos que amenazan con sacar el lado más oscuro de uno mismo y empezar a responder con groserías a todo, gradualmente, para evitar el estallido final. Pero bueno. Quizá con esto logre cierto desahogo.

Podría haber puesto esta entrada en palabras de Teseo fácilmente, por aquello de que voy a hablar de informática, pero no me pareció justo. Es un personaje que intento usar de escotilla del humor, de ridiculizar ciertas situaciones que me han pasado (o he visto, o me han contado, que de todas las experiencias se aprende).

En cualquier caso, me he dado cuenta de la transición gradual y casi sin darme cuenta del uso de Windows a Linux. Allá por cuando empecé la Formación Profesional (la cual me ha demostrado que tiene carencias que deben ser suplidas por cursos complementarios, al menos en el campo de las IT), fue cuando empecé a tener contacto con Linux propiamente dicho. Antes de eso, apenas había usado un par de veces MAX (que no Mac), una distro de Linux creada para la Comunidad de Madrid.

Aquel contacto en la FP fue... Realmente malo. Fue con Ubuntu. Y aún a día de hoy me sorprende que sea el Linux "para principiantes", que la gente que decide pasarse a Linux prueban con Ubuntu, les gusta, y tiran pa'lante. No me gustó Ubuntu. Ni me gusta. Aquella interfaz tan fea, aquella acumulación de comandos, que para lo que necesitaba hacer en una máquina Windows había que configurar el triple de cosas, que tampoco me lo supieron vender.... Un cúmulo de cosas que me hizo quedarme en la plataforma de Microsoft por mucho tiempo.

Pero al final, querer dedicarme a Sistemas fue más hacia adelante, y llegó el momento de volver a probar Linux. Ese momento fue cuando mi netbook (aquellos portátiles pequeños con hardware ultrarecortado) con Windows XP empezó a dar problemas. Windows 7 era demasiado pesado para una máquina así (comprobado). Ergo había que buscar algo más ligero, que aumentase la vida útil de aquel cacharro. Pues tocaba Linux.


Había pasado el suficiente tiempo para darle otra oportunidad, y ver si en aquel gran lapso de tiempo la cosa había ido a mejor. Y así fue. Probando la distro openSuse, versión 13.1, por recomendación de un amigo. Y aquel portátil volvió a funcionar como el primer día.

Si existe el amor a primera vista, debe haber algo similar con el tema de los entornos de escritorio. KDE se ha convertido desde aquel entonces en mi elección por defecto para los Linux (lo siento, Gnome, pero KDE es más bonito y no consume tanta RAM como queréis hacernos creer). Y ahí empecé a familiarizarme con un entorno más adaptado para el usuario corriente, y a la vez explorando un poco más allá lo que se podía hacer con ese sistema.

Ya no existían (o no he llegado a percibir) esas carencias que detectaba un par de años atrás. El sistema estaba preparado para suplir el uso de sistemas de pago. Y eso en un aparato que estaba por los tres años de uso, y aún tenía tirón para rato.

Otro tanto pasó cuando mi viejo Pentium D empezaba a colgarse usando 7. Fue el momento de pasarlo a opensuse 13.1 también. Otro portátil terminó recibiendo openSuse 13.2.

Actualmente he cambiado de ordenador. Los portátiles han quedado relegados a "me voy a poner una película en el salón mientras consulto unas cosas por internet". Android es demasiado vulnerable a ataques de virus para que sea una opción factible usar la tablet. El mundo de los ads nos ha jodido. Y en este ordenador tengo una instalación dual. Esto es que conviven en el mismo disco duro un Windows, y la versión más nueva de openSuse, la 42.1.

¿Por qué? Porque a pesar de sus errores, Windows es un sistema relativamente estable. Y digo relativamente porque tiene carencias. Igual que Linux. openSuse me cubre las necesidades básicas del día a día con total fiabilidad, pero lugo hay herramientas que necesito que están en base Windows. Y me funcionan también. Y hay veces que me pego días intentando resolver por qué tengo cierto problema en Linux, y lo saco. Y otras que Windows me trae de cabeza con actualizaciones, o haciendo lo que le sale de las narices sin que tenga constancia de ello.Pero he conseguido el equilibrio entre ambos a nivel personal.

A nivel profesional, la cosa cambia un poco, pues en los entornos laborales que he conocido se trabaja en base Windows. Y se puede. Y funciona. Y para el trabajo ofimático de la oficina seguro que les funcionaría mejor usar el formato abierto de LibreOffice, y usar el correo de Thunderbird. Porque he usado esos formatos y he visto las virguerías que pueden  hacer. Pero bueno, yo no he montado el entorno, sólo he llegado y me toca amoldarme a él.

Y la amoldación suele consistir en enviar a los usuarios a tomar café mientras intentar averiguar qué tiene de raro una hoja de cálculo, o un correo, para que a la hora de hacerle scroll se quede colgado cuando la RAM está apenas a la mitad. O en la necesidad de un diccionario usuario-informático/informático-usuario (una de las cosas que no te enseñan en clase).

Pero en cualquier caso, he visto cosas que se pueden montar en los respectivos sistemas. Y me han gustado. Y me molaría poder montar algún día un entorno híbrido del que sacar lo mejor de ambos sistemas. Porque a pesar de terminar la mitad de los días harto, hastiado, cansado, molesto, misántropo, con dolor de cabeza, y con ganas de mandar todo al carajo, me gusta mi trabajo.

Tengo una de las profesiones más chulas que existen. Tenemos cacharros variados que probar cada día. Podemos montar cualquier cosa, por sobrante que parezca, por el mero hecho de que podemos. Y podemos montárselo a algún colega. Y se nos pueden hinchar los cojones cuando la amistad de convierte en "voy a tener un informático gratis". Que disfrutamos de nuestro trabajo, pero no vamos a permitir que abusen de ello. Bueno, salvo en el entorno laboral, pero como ahí nos pagan, nos duele un poco menos.

Y podemos buscar ayuda en foros cuando algo se nos atasca, o ayudarnos entre nosotros, o cuando hemos hecho de todo, buscar algo más que no se nos haya ocurrido a ver si logramos montarlo o no.  Mientras que un médico no puede llevarse un paciente a casa para operarle y estudiarle, o un carnicero no va a filetear un cerdo en el comedor de su casa. Los asesinos en serie ya tal.

En resumen: que el balance de los pros y los contras parece equilibrado. Pero al final, el gusto por el "puedo hacer esto, aquello y lo de más allá" inclina la balanza a favor de lo positivo. Que se puede convivir entre Windows y Linux. Y qué a gusto me he quedado soltando todo esto, coñe.

Pokémon GO: Primeros días y eso


Que ya tenía yo ganas de jugar a Pokémon GO. Casi un año ha pasado desde que Nintendo anunció un juego que me temía que iba a triunfar. Y tanto que sí. Demasiado. Demoníaco. En serio, hay gente que parece poseída por el juego. Pero no es para menos (al menos en lo que respecta a los que somos fans de la franquicia desde tiempos inmemoriales y no como los possers que han surgido por ir a la moda, qué manía les tengo...).

El juego plantea algo que cumple (en cierta forma) el sueño de muchos. Tener Pokémon en el mundo real. Aunque necesitamos un intermediario para poder verlos (el smartphone), la idea no podía ser más acertada. Si buscábamos un cambio en la forma de jugar a Pokémon, es esta: salir por narices a la calle con nuestro teléfono y vigilar la aparición de Pokémon salvajes, en base al tipo de zona en que estemos (lo que parea algunos puede ser una ventaja y para otros, una desventaja si estamos más limitados a la hora de movernos).

No me gusta mucho la escasa personalización del personaje (en las ediciones X e Y la personalización era bastante mayor), pero aún así, resulta un rato entretenido ir por la calle y de pronto ver en el mapa la proximidad de un Pidgeotto o un Eevee. Y poder atraparles, viendo con la cámara en el mundo real. Y por suerte, para olos que tenemos un pulso pa' robar panderetas, tenemos la opción de hacer la captura en un entorno más virtual, de forma que la pantalla no se mueve y facilita la captura. Buen punto.

Las Poképaradas son otro punto de interés en el juego. Para los que no nos sale de las narices pagar dinero real en un juego, y para incentivar además la búsqueda de Pokémon (o puede que primero sea para incentivar y luego para los que no pagamos), estas son puntos reales de (posible) interés, en el cual podremos abastecernos de Pokéballs, Pociones, Revivires, Huevos, etc. De usos ilimitados, se precisan 5 minutos entre uso y uso, pero por lo menos está bien saber que nunca nos vamos a quedar cortos de material (so pena que gastemos todo el arsenal en un Rattata y encima se nos escape). Aunque la forma de que aparezcan los objetos no me ha parecido la más intuitiva.

El tema de los Gimnasios es también curioso. En lugar de los NPC habituale, la gente puede conquistar y defender los gimnasios, también situados en puntos de la ciudad que pueden tener relevancia (estaciones de tren, parques...). Una buena forma de fomentar la competitividad (esperemos que sana), aunque no me termina de convencer el sistema de lucha.

Por cierto, como truco, siempre se puede aprovechar el transporte público para ir capturando más Pokémon. Lo probé y funcionaba bien (además, apuntando dentro del espacio cerrado del bus, se facilita también la captura)

¿Y qué decir de las anécdotas que llegan de todas partes? Gente encontrando cadáveres en lugar de Pokémon, un presentador del tiempo interrumpido por una compañera, o más recientemente la locura desatada en Central Park por atrapar un Vaporeon. Esto promete.

Por cierto, un punto que me he dado cuenta y no he sido el único, pero la época estival juega en contra de usar Pokémon Go correctamente. Cuando el teléfono se calienta demasiado, da algunos errores al lanzar la Pokéball o al intentar cargar la información (y objetos) de una Poképarada. Habrá que esperar a que pase el tiempo y ver si se arregla con la llegada del fresquete.

Faltan cosas, por supuesto, pero ya están en ello. El sistema de intercambio, muy necesario, llegará en una actualización. ¿Y qué hay de poder entrenar peleando contra los Pokémon salvajes como se ha hecho de siempre?

Cosas que me han gustado
  • Empezar sólo con la Primera Generación de Pokémon. Para los que empezamos hace años con los juegos originales, para seguir la estela. Nos lo merecemos.
  • La Geolocalización para atrapar Pokémon. Es el punto fuerte, que según dónde estemos, aparecen unos u otros. Puede parecer un contra, pero no lo considero como tal.
  • La organización para los Gimnasios en base a personas reales y no a NPC, aunque en combate se comporten como tal.
  • El sistema de Poképaradas, es otro punto fuerte del juego. Ya sea para prestar atención a cosas mundanas como a llevarnos a sitios que desconocíamos.
Cosas que no
  • La poca personalización del personaje.
  • Lo poco intuitivo que resulta usar las Poképaradas.
  • Los combates de Gimnasio son un caos.
  • ¿Cómo diantre se entrenan Pokémon? Veo mucha información al respecto pero de poco me ayuda.

En resumen, un nuevo entretenimiento para los fans de Pokémon. Aunque aún deben pulirse algunas cosas, me da que esto es sólo el comienzo. Es más social, más físico, y más innovador que los típicos juegos de GB/GBC/GBA/NDS/N3DS... pero qué diablos, voy a jugarlos igualmente. ¡Hazte con todos!

26-J


No me cabe en la cabeza. No. No me lo explico. ¿Soy el único que llevo cuatro años soportando una serie de recortes a cual más grande? ¿Unas subidas de impuestos que no iban a hacer? ¿Un recorte de libertades terribles más digna de una dictadura que de una democracia? Lo cual no es de extrañar, pues parece que en este país se añora el fascismo y la represión. Algo que para alguien que tiene las ideas más propias de este siglo, le da verdadero miedo.

Estos señores han estado robando como no se ha visto nunca y se han follado a la justicia sin ponerle vaselina, moviendo a los jueces como les ha convenido, utilizando la prensa en su beneficio propio, se la han estado chupando mutuamente para obtener una serie de beneficios que han jodido el pueblo. Y aún así, ese pueblo vuelve a darles su apoyo para que nos vuelvan a gobernar. ¿Nos hemos vuelto locos?

Realmente el problema no está ahí. Del todo. Hay que tener en cuenta una cosa. La participación ha sido bajísima. La gente deja de ir a votar. Pero los que dejan de ir a votar es la izquierda. La derecha no. La derecha acudió en masa este domingo para fichar. Para cumplir esa responsabilidad que parece que tienen para que España siga anclada en una época que debería haber muerto con la persona de la cual recibe nombre (pero no es así).

La abstención nos ha jodido. El problema en la izquierda es que tenemos a los "antisistema", que se niegan a participar. Algo que me parecería cojonudo, de no ser porque haciendo eso le están dando fuerzas a aquel que les jode la vida. En lugar de hacer el cambio desde dentro, participando, como si de una bacteria se tratasen, deciden... ¡no pelearlo! ¡Cómo vamos a cambiar nada así, almacantaros!

Lo de este país es de chiste... pero no tiene ni puta gracia.

Mis últimas cuatro lecturas

El problema cuando te haces un reto de lectura para un blog y dejas de publicar en ese blog mientras mantienes el ritmo de lectura es que al final tienes dos opciones: ponerte a publicar 4 entradas (que dejándolas programadas te ahorran pensar entradas nuevas por una o dos semanas, pero monopolizas el contenido) o dedicar una entrada a esos últimos libros que se has leído y te apetece presentar al público. Así que vamos a ello con esta segunda opción.

Y empezamos por uno de política. Dándome cuenta de que el año pasado no reseñé "Nadie es más que nadie", este sí hablo de "La jungla de los listos", del actual presidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla. El político, al igual que hiciera en su anterior obra, Revilla se explaya en sus vivencias, en lo que ha visto, y en lo que opina del caos que se ha apoderado del país, señalando todo aquello que considera que se ha hecho mal.

Y me ha gustado bastante dicha lectura (exceptuando que no comparto con Revilla su opinión sobre lo que él llama "comunismo"). Le tengo bien valorado como político y es por estas cosas que cuenta que continúo así con él. Se equivocará, como todo el mundo, pero este libro es un "sin pelos en la lengua" como él sabe, para quien le guste y para quien no. Razón los que dicen que más políticos hacen falta en este país, y no nos iría mal. Por lo menos, Revilla parece no haberse aburguesado, leyendo lo que se lee en las páginas de sus libros.

Volviendo al género de la narrativa, también he leído en este tiempo "Maldito karma", del autor alemán David Safier. Aquí se nos presenta a Kim Lange, una mujer triunfadora, pero insatisfecha con su vida. Su triunfo no ha sido barato. Ha tenido que ir pisando a mucha gente para llegar donde está, llegando incluso a engañar a su marido en la noche que gana un premio. Casualidades de la vida, esa noche le cae un lavabo de una estación espacial rusa, y fallece, reencarnándose en hormiga. Buda le comunica que la única forma de reencarnarse en algo mejor es ir acumulando buen karma.

Lejos de lo surrealista que pueda sonarme el concepto del karma (o de que casualmente te caiga un lavabo espacial en la cabeza, lo típico...), es de las pocas novelas en las que he llegado a odiar a la protagonista. Bueno, más que llegar, fue una mala primera impresión que se fue acentuando con el paso de las páginas. Kim es una persona egoísta, y que le cuesta dejar de hacer las cosas pensando en ella misma y hacerlas por preocuparse por los demás (paradoja similar a la de la serie de televisión Me llamo Earl). Mejor me cae su amigo, Casanova, otra hormiga castigada con quien emprende la búsqueda de quemar el mal karma y tener una vida mejor que la de una hormiga.

Aunque todo sea dicho, me da curiosidad que [posible SPOILER] según Buda en el libro, al morir cada uno va al cielo correspondiente a sus creencias. Pensándolo en frío, molaría que fuera así, e ir a entrenar con Kaio del Norte.

Después me leí "Armada", de Ernest Cline. Creo que no me equivoco si afirmo que después de "Ready Player One" las expectativas sobre este libro eran demasiado elevadas. Fue una novela que le puso el listón tan alto que Cline no ha podido superarse. Ni igualarse. Lo que no implica que la historia no me haya gustado, a pesar de ello.

Zack Lightman es un estudiante a punto de graduarse que se pasa las horas en casa y en el trabajo jugando a "Armada", uno de los mejores juegos de lucha contra extraterrestres. Huérfano de padre (uno conspiranoico que afirmaba que todo lo que se nos había presentado sobre alienígenas, desde las "máquinas de marcianitos" hasta Star Wars o E.T.), empieza a preocuparse el día que ve una de las mismas naves contra las que se enfrenta en sus videojuegos en el cielo del mundo real.

Predecible en algunos aspectos, la novela no deja de ser entretenida. Otra historia sobre invasiones alienígenas pero que apetece leer, sobre todo por las referencias frikis que uno puede ir encontrando por el camino. Insisto, es más floja que "Ready Player One", pero incluso siendo así, me ha gustado.

Y el más reciente que llevo es "La hora de la verdad", de Jesús Cintora. Este me ha recordado mucho a otro que leí en 2015, "No estamos solos", del Gran Wyoming, por el estilo. Cintora nos presenta aquí una serie de conversaciones y charlas y puntos de vista sobre la situación del país. Revilla, Sor Lucía, Pablo Iglesias, Albert Rivera, Alberto Garzón... Son sólo algunos de los ejemplos de los que Cintora comparte algún recuerdo con ellos y lo que opinan sobre la situación del país.

Quizá esperaba un poco más con en lo que respecta a las opiniones del propio Cintora (qué menos que un capítulo respondiendo él mismo a las preguntas que hacer a los invitados de su libro), pero siempre es interesante leer este tipo de "recopilaciones" de declaraciones, y cómo incluso considerando quién está en qué bando, cómo no todas las opiniones son las mismas. Por cierto, y esto lo añado para presumir, conocí a Cintora este año en la Feria del Libro y me cayó muy bien.

Pues eso ha sido todo. Por ahora. Tengo intención de seguir leyendo por mucho tiempo, ya que la lectura es el mejor de los placeres no carnales. ¡Hasta la próxima entrada!