Titiriteros y tal

Intentaba contenerme para escribir sobre el tema. Ha sido como "Un artículo... otro mas... Joder... ¿en serio? Me cago en la..." y llega el punto en que mi cuerpo me pide escribir tanto como respirar o como escuchar música en transporte público.

Me enteré del tema porque vi por Twitter algo sobre "titiriteros etarras contratados por Podemos". Recuperado del shock, porque semejante titular me recordaba a la famosa relación entre Podemos-ETA-Cup-Maduro, tenía dos opciones: ponerme a soltar bilis por Twitter maldiciendo a estos anarcochavistas revolucionarios, o informarme debidamente. Una pequeña búsqueda en Google al menos. Y decidí hacer eso, que era lo inteligente.

Pese a que la noticia estaba tan fresca que sólo los medios controlados por la derecha (o de ideología de la misma, que para el caso...) se habían hecho eco de la noticia, pude entender de lo que iba la vaina después de cotejar la información.
  1. Los titiriteros no eran etarras; no tienen relación con ellos, y en ningún momento de la obra se hacía enaltecimiento.
  2. La obra, por el contexto, no estaba originalmente destinada para niños. Fue un patinazo a la hora de programar la función.
  3. La derecha, una vez más, aprovechaba para intentar adoctrinar a la gente. Lo han logrado, una vez más.
«A mi me gustaba que hubiera censores. Ojalá volvieran, porque por lo menos le tendría localizado. El estaría allí y yo intentaría esquivarlo de alguna manera. Uno. Yo contra lo que no puedo es contra lo que se ha convertido España: un país de cincuenta millones de censores».
Grandes palabras de Miguel Lago. Me cuestiono si alguien que fue a la obra en cuestión la llegó a entender. Los niños, seguramente no. Los padres, parece que tampoco. Es curioso, porque la misma obra ya se había presentado con anterioridad, y no se había liado esto. Bueno, pues la obra de teatro era una sátira. Como muchos han demostrado ignorar lo que es esto, acudamos al diccionario de la RAE:

1. f. Composición en verso o prosa cuyo objeto es censurar o ridiculizar a alguien o algo.
2. f. Discurso o dicho agudo, picante y mordaz, dirigido a censurar o ridiculizar.

La obra era una sátira. Muy resumidamente (que no voy a ir ahora de experto), La Bruja y Don Cristóbal narra la historia de "La Bruja", cuya vida es interrumpida por el legítimo poseedor de su piso, que quiere aprovecharse de la situación y abusar sexualmente de ella. La Bruja le mata, pero queda embarazada, nace un crío, la monja intenta llevárselo, se repite la historia que con el propietario... Etc. Según el mismo sindicato de uno de los actores, "la obra está protagonizada por una bruja, que representa a las personas de mala fama pública, y que se ve en la situación de enfrentarse a los cuatro poderes que rigen la sociedad, esto es, la Propiedad, la Religión, la Fuerza del Estado y la Ley". Más detalles, aquí.

Y el que no sea capaz de entender eso tiene un problema serio. Te puede gustar, en cuyo caso, me alegro; y te puede no gustar, en cuyo caso, te jodes. Si no es plato de tu gusto, no lo pruebes. Es obvio el tipo de público al que va dirigida. En su gran mayoría, para gente de izquierdas, que sea capaz de entenderlas. O por lo menos, a la gente que le gusta el humor negro. Pero si no, tienes muchas otras opciones de ocio: la zarzuela, un concierto de Perales, o un paseo por el parque. Deja en paz la puta obra de teatro.

"Es que han hecho enaltecimiento del terrorismo de ETA", sigue la gente erre que erre. Otra mentira. La pancartita famosa que sale en la obra que nadie ha visto pero todo el mundo critica sin tener ni puta idea, era colocada por un policía para preparar un montaje contra la bruja. Volvemos a lo de antes: sátira, parodia y un poco de denuncia social, ya de paso.

Es realmente curioso que a los que mas se les llena la boca con esa acusación eran los que, hace unos meses, en plena concentración de Podemos en Sol, pedían poner ahí una bomba. Atención, ironía a continuación, proceda con cautela: Obviamente, no usaron marionetas para decirlo, así que no hay enaltecimiento de terrorismo ninguno. < Ahí termina la parte irónica.

Al final siempre me termino riendo, porque siempre veo lo mismo: la derecha tiene derecho a hacer y decir lo que le venga en gana, por esa moralidad superior que se han sacado de a saber dónde y que les confiere omnisciencia y omnipotencia ante todo. Por la gracia de Dios, no faltaba más. << Aquí he ido a pillar: esto también era ironía y no he avisado.

¿Espectáculo para niños? No (avisado por la propia compañía, de hecho). ¿Espectáculo de mal gusto? Quizá. Pero, ¿motivo de cárcel? En absoluto. Por cierto, para todos los que leen lo que les interesa sin ir más allá, o quedarse en el titular, aquí les dejo con uno: "Los titiriteros de Carmena también lo fueron con Ana Botella". Y el pie del mismo: "Títeres desde abajo ya interpretó la obra La Bruja y Don Cristóbal. A cada cerdo le llega su San Martín en enero en Granada sin generar polémica".