Internet es demasiado pequeño para dos Grandes Hermanos

Cuando solo los «buenos de la historia» tienen derecho a espiar a los ciudadanos

Si hubiera unos Premios Contra la Privacidad, pasaría un poco lo mismo que con la Lotería de Navidad: «ha caído muy repartido». Facebook (alias Meta), Google, Amazon, Apple, Microsoft... Las Big Tech han consolidado su poder con la informática de consumo. Cedemos nuestra información a tientas, nuestros correos, mensajes, toda nuestra información bajo su solemne promesa de que no harán mal uso de ellos. Claro que no.

Encuentro particularmente gracioso que la sociedad ha pasado del miedo a que alguien le instalase un micrófono secreto para enterarse de todo lo que dice, a comprarse el nuevo Asistente Por Voz Bluster Master 5200 [espacio disponible para su publicidad] al que le puedes pedir que te diga la hora, que te recuerde sacar los macarrones de la nevera, y te proponga una felicitación personal para el cumpleaños del perro de tu sobrino. O que llevemos todos el último modelo de Smart Phone Plus Pro Plus 5G Pro Max [espacio disponible para su publicidad], que te puede recomendar los mejores bares que hay por tu pueblo para ir a tomar una cerveza y te aconseja gratis que tomes un desvío para ir a la oficina. ¡A cambio de nada! Porque ¿qué más da si te ha dado por hablar de televisores y cuando te metes en El Gran Buscador De Internet de pronto te salen 238 anuncios de televisores muy baratos? ¿O qué nos importa si después de comprarte una nueva máquina para cortarte los pelos de la nariz estás dos meses recibiendo publicidad de máquinas que son mejores y más baratas que la tuya?

Esas Big Tech no se entrometen en tu privacidad, hombre. Te ayudan, claro que sí, te lo facilitan todo. Qué buenas son. Cómo se nota que están todas en los Estados Unidos de América. Cuna de la Libertad, del Respeto, de los Derechos Humanos, de la Paz y la Concordia. Claro que es mucho trabajo para ellas, así que permiten que otras empresas también les ayuden, publicando sus aplicaciones en las tiendas de sus plataformas para seguirnos ayudando. ¿Que no tiene sentido que un emulador de Atari pueda acceder a tu cámara y a tus contactos? Bueno, tampoco sobra, ¿verdad? Dale acceso completo, no sea que se quede corta. Y el teclado, déjale que aprenda tus mejores chistes. ¿Qué puede haber de malo en que se recopile que quieres organizar una manifestación? Nadie usaría eso para perjudicarte. Son tus amigas.

Pero ¡ayayay, que vienen los rojos! Cuando estábamos todos tan contentos, aparece de pronto un juguete chino. TikTok. Espera, ¿qué está pasando? ¿Que la gente lo está usando mucho? ¿Que también se está llevando la información que yo estoy recopilando de la gente? ¿Que se atreve a tener tanto éxito como las empresas que yo tengo montadas en el capitalismo que Dios me regaló montado en un unicornio? ¡Jamás! ¡Esto es Estados Unidos y no vamos a permitir que vengan a hacernos la competencia nadie!

Porque solo compitiendo contra uno mismo sabes que tienes todas las posibilidades de ganar.

Estados Unidos vuelve a demostrar que solo le interesa un mercado que funcione para ellos. Los «problemas» con la privacidad de los usuarios nunca han sido tal cosa. De vez en cuando se paga una multa por una cantidad irrisoria, y la rueda sigue girando. Pero a pesar de sus intentos constantes de normalizar su país al resto del mundo (todas las series y películas que exportan unos modos de vida que, pese a todo, siguen pareciéndonos mas ajenos que cercanos), se les sigue atragantando cuando su país rival mete una pieza en su bien estudiada estrategia, y operando en misma forma, obteniendo algo que ellos consideran propiedad. Privilegio.

Estos párrafos son de ironía y obviedades. A Estados Unidos les preocupa un carajo la privacidad de sus habitantes. Lo que les preocupa es que haya gente que no sean ellos poseyendo esa información. Pero han decidido acogerse a esa idea con la intención de prohibir la app de TikTok en sus fronteras. Y esto lo escribe uno de los mayores detractores de TikTok que os podéis encontrar: me parece una puta mierda sorbesesos de aplicación que no es ni siquiera divertida. La parte que me toca los cojones de todo este asunto es la de siempre: que a poco que las ramas del arbusto sobresalgan un poco, el Podador vendrá con las tijeras y le cortará la cabeza. Y eso cuando no decida eliminar el arbusto entero para no tener que preocuparse de que vuelva a crecer.

La libertad del mercado es una de las mentiras más grandes de los tiempos capitalistas. Y nosotros deberiamos valorar mucho más nuestra privacidad de lo que lo hacemos.

Autocrítica, medios, y que vayas a votar, coño

Al lío.

Como votante de izquierdas, voy a hacer un poco de autocrítica con las elecciones municipales y autonómicas de los pasados comicios del 28 de mayo de 2023. Sólo un poco. Y luego vamos a ver qué coño hay más allá de la autocrítica en la izquierda, que es donde parece que Las Mayorías se sienten cómodas. Pues vamos allá. Dos días después. Porque tampoco me apetecía escribir con el calentón y sin haber leído un poco de la prensa tradicional y luego de la buena también para intentar entender un poco lo ocurrido.

Los números hablan, y no me refiero a los porcentajes. Ha habido un menor número de votos en general. Es decir, abstencionismo. No es que más gente haya decidido ir a votar a la de los geranios. Simplemente ha ido menos gente a votar. Y sabemos que para las derechas el voto es sagrado. Irónico para un puñado de energúmenos que escupen en la democracia, pero así son las cosas, no les busquemos el sentido.

Y aquí entraría la parte del debate sobre lo que han hecho los partidos de izquierdas. Que su estrategia ha sido errónea. Y mira, puede que tengan razón. Yo mismo abría los ojos como platos cuando veía las lonas de Podemos. Erraron el tiro con el mensaje. No porque estuvieran equivocados (de hecho casi lo podría tachar de tibio) sino porque después de tanto tiempo, parece que no vieron dónde se iba a centrar la caterva mediática con ellos. ¿Iban las Anarrosas a dar voz a sus propuestas, o en cambio arremeterían contra sus ataques?

Uy, que me desvío de la autocrítica.

Posiblemente, lo que más podemos echar en cara es que no hayan sido capaces de presentarse juntos. ¿En cuántos casos hemos visto que cada grupo fragmentado llegaba a un porcentaje no lo suficientemente alto como para entrar en los gobiernos? Eso ha sido una jodienda de las gordas. Así que me tengo que unir, una vez más, a la petición popular: UP y Sumar deben ir juntos. Y voy un paso más allá: con todos los partidos de izquierdas. Este no es el momento de andar con nuestras diferencias, que las tenemos y son perfectamente legítimas. Es el momento de ir en bloque contra una (ultra)derecha que nos está comiendo y que nos va a arrebatar un montón de derechos si no se le pone freno en las urnas.

Y podríamos entrar también en la parte de "¿Qué hacen los partidos de izquierdas para movilizar al electorado?". Porque siempre el mayor porcentaje del abstencionismo se da entre los votantes de izquierda. Puedo entender el desánimo al ver la guerra de egos que los medios... Perdón. Que me desvío otra vez. Puedo, decía, entender el desánimo al ver la guerra de egos y que parezca que están más interesados por la cabeza de la lista que otra cosa.

Pero yo pregunto: ¿Y eso lo vas a arreglar no yendo a la puta urna? Sinceramente, yo hace tiempo que dejé de interesarme sobre lo no relacionado con propuestas y/o hechos. La ley trans. La ley contra la violencia de género. La ley de la vivienda. La contrarreforma de la ley de trabajo. Ese es el tipo de cosas que me animan a ir a las urnas y a depositar mi voto por mantenerlas. Por insuficientes que hayan sido o que me hayan parecido, por cortas que se hayan podido quedar. Porque sé que si gobiernan los otros no va a haber poco. Va a haber nada. Y podré poner mi mejor cara de escarnio cuando escucho a Yolanda Díaz diciendo la pereza que le dan los hombres de izquierda. Y a mi me das pereza tú, pero quiero llevar en julio una papeleta en la que aparece tu nombre y el de Ione Belarra.

"Es que votar es un derecho, no una obligación". Pues si no ejerces ese derecho, majete, no se qué otros derechos aspiras a conseguir. "Es que votando no voy a conseguir nada". Claro que no, campeón. Se consigue tuiteando muy fuerte y rezongando por los rincones. Y ojo, que no quiero decir que el desánimo no sea legítimo, ni mucho menos. Pero no puede ser óbice para que plantemos nuestro voto en la urna para frenar la oleada de fascismo que nos viene. ¿Es que eso no es motivo suficiente para levantar el culo del sofá? Creo que tenemos que empezar a ser un poco adultos y no esperar a que un partido o un político nos ilusione. Muy dificilmente eso va a ocurrir. Y me parece bien porque a mi no me tiene por qué venir nadie a prometerme nada. La motivación la tenemos que tener muy clara: los de derechas van a ir a votar sí o sí, van a hacer piña para que ganen "los suyos". Joder, pues vamos a hacer lo mismo. Por los nuestros. Por los vulnerables. Por los que no van a sobrevivir a cuatro años de retirada de derechos, de ayudas. Por los que van a sufrir y sufren el delito de odio que campa impunemente por las instituciones y las calles. "Proletarios de todo el mundo, uníos". Por todos los avances que hemos conseguido pero que van a estar siempre en la cuerda floja. Porque todo avance es una victoria. Por pequeña que sea porque ya se ocuparán los grandes poderes de que no podamos conseguir mucho más. Cada paso cuenta. Si no vamos a ser capaces de derrotar al capitalismo (maldito seas por tener razón, Mark Fisher), al menos intentemos ganar pequeñas batallas con sus propias armas. Ejerce tu derecho al voto y manda a los fascistas a tomar por culo.

Pero no solo de autocrítica piensa el hombre, sino de toda palabra volcada por los medios de manipulación.

No voy a dedicar tiempo ni esfuerzo a aquellos periodistas de izquierda teórica y "centrismo" real que se niegan a hacer revisión del sistema para el que trabajan. No les voy a pedir que sacrifiquen sus carreras, pero sí que cierren la boca, que calladitos están mas guapos. Porque negar la influencia de los medios de comunicación y de cómo influyen en unas elecciones es de ser un gilipollas ignorante (o pensar que los que te hacen caso lo son (y no descarto que sea verdad)) o de tener el rostro de hormigón armado.

La situación no ha podido ser más idílica para los que han buscado derrocar al gobierno de coalición. Más por la coalición que por el gobierno, ya que siempre les mola tener una supuesta izquierda subyugada al capitalismo. COVID, el volcán de la Palma, Filomena, la guerra de Ucrania. Todos los escenarios negativos han estado presentes. Y, con mayor o menos acierto, se ha salido del paso. No solo eso. Se ha elogiado a España por sus acciones muchas veces desde la prensa internacional.

Pero, por el motivo que sea, los medios nacionales se han dedicado a machacarlo sistemáticamente. Que todo va a ser un desastre, un caos, el apocalipsis. Nadie analiza en prime time las previsiones más agoreras no se han cumplido. No. Todo metralla contra el gobierno. Y cuando no, se miente. ¿Qué importa si el BOE declaró que las competencias de las residencias correspondían a las comunidades autónomas? ¡El BOE no le va a impedir a Ana Rosa Quintana a mentir a todo su público afirmando que eran competencia de Pablo Iglesias! Y de paso, nos cubrimos las espaldas secuestrando al Tribunal Constitucional y nos aseguramos de que un juez legitime que se haya mentido en directo. "Es que era su opinión". Me cago en tu puta madre. Que no es un tema de opinión. Que los hechos son hechos. Y la mentira de una tertuliana endiosada no puede estar por encima de la realidad. Pero qué nos vamos a esperar cuando hasta el presidente del gobierno se ha bajado los pantalones para darle la bienvenida de vuelta su programa.

O el famoso "contador de violadores excarcelados" para ir a cuchillo contra Irene Montero. El cual, por el motivo que sea, ni se conocen las fuentes ni dónde se ha quedado aparcado ahora que ya no es necesario atacar por ahí al gobierno. No, los medios dan voz a la Gerania al grito de "que viene ETA" cuando su partido fue el que más intentó pactar con la ya disuelta banda terrorista. Ocultación, mentiras. Posverdad. El "1984" de Orwell cumplido. Decenas de periodistas Winston Smith al servicio del Ministerio de la Verdad, reescribiendo la historia. Omitiendo todo aquello que no les interesa que su audiencia sepa.

"haber felikis, no ce puede cer tn simple. la jente es mallor y se pueden hinformar x su cuenta si quieren"

Vete a tomar por culo. ¿En serio pretendes eludir tu responsabilidad como periodista basándote en que la gente es libre o no de informarse? ¿Eso te da derecho a mentir? ¿Eso te da derecho a llenar todas las tertulias de la mañana y de la tarde con colaboradores derechistas y pasándote la pluralidad por el arco del triunfo? ¿Es culpa del espectador que las gráficas que aparecen en pantalla sean falsas? ¿Es culpa del espectador que se omita sistemáticamente a Podemos de dichas gráficas y que solo se hable de ellos para ponerlos a parir? Contaba hace poco Pablo Iglesias que habían recibido un toque de la formación azul: prometían mejor trato a Podemos en los medios a cambio de eludir la información sobre Tomás Díaz Ayuso. ¿De eso tienen también culpa los espectadores? Vete por ahí. Los medios de comunicación también tienen una responsabilidad y una obligación para con los espectadores y con la democracia. Y lejos de pelear por ella están colaborando como peones en su desmantelamiento.

He leído también argumentos de gente que afirma que "no todo el mundo se informa por los grandes medios, hay chavales en Twitch con más audiencia". Dejando de lado que el 70% de los españoles ve la televisión, también habría que echar un vistazo cuáles son los streamers con más audiencia y la clase de cosas que les sueltan a su audiencia. No son periodistas, ni falta que les hace. Les basta con decir lo que piensan, y sus espectadores beberán de ello. Horas y horas de contenido basado en un concepto de masculinidad machista, el ego desmedido, la aporafobia y el neoliberalismo. Porque si gente como el Rubius dicen que España les roba, pues eso van a pensar sus espectadores. Que les roban, claro que sí.

Me encantaría vivir en una realidad en que se cumpliese la sección de La Base de que "Dato mata relato". Pero más bien estamos en "Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad". Quizá no se convierte como tal en una verdad; al fin y al cabo, la mentira es la mentira. Pero sería iluso pensar que ahora mismo es un tema de verdades o mentiras. La gente está dispuesto a creerse las mentiras si coinciden con sus pensamientos. Y es muy complicado luchar contra eso. Así que levantad el culo el próximo 23 de julio como si vuestra vida dependiera de ello. O, como poco, porque vuestros derechos dependen de ello.

El post del entretenimiento de abril

Al lío. Los libros, series y películas con los que me lo he pasado bien en marzo (o no).

Los libros

"Me alegro de que mi madre haya muerto", Jenette McCurdy, 2022

Una historia desgarradora la que nos narra Jenette en su autobiografía. Esa vida no tuvo que ser en absoluto sencilla. Y que sea capaz de narrar aquel hilo de pensamientos cuando se encontraba bajo el influjo tóxico de su madre... Realmente terrible. Y ya no es únicamente por la historia de McCurdy, sino pensar... ¿cuántos casos habrán sido así y no lo sabemos? Ella logró triunfar. ¿Qué ocurre con los que no lo han logrado y se han convertido en una decepción para sus padres? Y no sólo en actuación. Futbolistas, o cualquier otro oficio. ¿Cuántos han tenido que soportar la presión de ser los sueños frustrados de sus progenitores? Espero que este libro sirva para animar a otros a contar sus historias. Y a la autora, quien es más que probable que jamás lea estas palabras: me alegro de que hayas salido de semejante infierno. Nadie se merece una infancia/adolescencia semejante.

Puntuación: 10/10

"Enhorabuena por tu fracaso", Arturo González-Campos, 2022

Me he visto más reflejado en la biografía de Arturo de lo que me gustaría reconocer. Pero las cosas son como son. Aunque no comparto muchas de sus reflexiones sobre la vida o sus opiniones (que se acercan peligrosamente al no-posicionamiento, algo que me produce cierta urticaria mental) la mayor parte de sus reflexiones merecen la pena. El libro parece errático pero incluso dentro de sus cambios de tema mantiene al final su propia estructura. Es una lectura diferente, amena y reflexiva sobre el mundo de los adultos desde los ojos del Arturo niño pero con sus ojos de mayor. Merece la pena comenzarlo. Al final te quedas hasta que termina.

Puntuación: 8/10

"El hombre perfecto, o casi", Miguel Vigil, 2019

Quién iba a decir que después de un contacto no muy bueno con el la canción de "Me llaman mala persona" terminaría conociendo este libro. El autor tira en parte del característico humor de Académica Palanca para escribir esta novelita. No será, desde luego, la historia del siglo, pero es entretenida. Esos toques de humor absurdo, tan bien hilados para presentarnos cómo es posible la aparición de un ser humano completamente perfecto, o al menos a la vista lo es. Cómo adquirió tener todos sus sentidos completamente desarrollados, las historias de sus antepasados que portaron cada uno uno de los genes hasta llegar a él, y lo que le supone al mismo tiempo algo que es una bendición y una maldición. Vigil se arriesga además con algunos chascarrillos que posiblemente no pasaran los filtros (y con razón, que al final es señal de que la sociedad va para adelante) pero entretiene que es al final lo importante.

Puntuación: 7/10

"Villarejo, el emérito de las cloacas", Gloria Elizo, 2022

Entender cómo funciona el mundo es tan necesario como triste. Especialmente cuando uno piensa que todo el relato de Elizo es al final la punta del iceberg. Todo lo que se nos ha permitido conocer de ese excomisario corrupto. Lo que él mismo ha querido que se sepa. Qué no habrá detrás. Un gran trabajo de seguimiento desde los inicios de una trama semejante, iniciada hace mucho tiempo. Especialmente llamativo es cuando a poco de empezar el libro ya te hablan del apodado Pequeño Nicolás. Después de las doscientas páginas de lectura, uno piensa "Pues ojalá solo hubiera sido eso". ¿Se llegará a estudiar esto en los futuros libros de Historia? Posiblemente no. Si la Historia la escriben los vencedores, y tal como está dispuesto el tablero, tienen muchas papeletas amañadas para seguir en el poder, este libro pasará muy desapercibido del conocimiento general de la gente. si se abrieran los ojos... otro gallo cantaría.

Puntuación: 8/10

"Qatar: Sangre, dinero y fútbol", Fonsi Loaiza, 2022

Definitivamente, el mes que viene tengo que leer más ficción, porque vaya racha. Pero también esa necesario leer esta crónica de Fonsi Loaiza. Porque para explicar el ya pasado Mundial de Fútbol 2022 celebrado en Qatar, empieza a desgranar una a una todas las piezas del entramado que está siguiendo este país para conseguir todo el poder en Occidente, y lo que es peor: que a la gente le sude la polla. Qué importan casi 8.000 muertes (si no son más) a cambio del furbito. Qué importa que los hombres importantes de Qatar estén sentados en los consejos de administración de muchas de las grandes corporaciones. Qué importa todo mientras el pueblo siga a pan y circo. Desde aquí, mi más profundo desprecio al Mundial, a la puta FIFA, y a la mafia que han demostrado ser los unos y los otros. A todos aquellos que se negaron a participar o a apoyar sus retransmisiones: gracias.

Puntuación: 10/10

Las series

"Maigret" (T1)

Pues sólo he visto una serie, más bien miniserie, este mes. Pero le quería dar la oportunidad a Maigret aunque solo fuera por ver a Rowan Atkinson en un papel de drama en una serie del mismo estilo. Y hay que reconocer que lo hace lo bastante bien como para no pensar en Mr. Bean o en Johnny English (o el prácticamente olvidado inspector Raymond Fowler de Ley y desorden) mientras se disfruta de la serie, que resulta interesante en los casos que desarrolla, sin ser espectacular. La ambientación general es muy buena. Siendo dos episodios y por su duración, casi encajaría mejor en la categoría de TV movie. Ganas de ver la segunda temporada.

Puntuación: 7/10

Las películas

"Super Mario Bros. La película" (2022)

Objetivamente, esta película tiene dos target comerciales. El infantil, y los que llevamos toda la vida jugando a Nintendo. Después del desastre aquel que supuso el live action de 1993, los fans nos merecíamos esta película. Es muy entretenida, no se hace larga en ningún momento, la adaptación de los mundos del videojuego a la pantalla no se limita a hacer un copy-paste... bueno, sí quizá en lo visual, pero lo hila junto a la historia para darle un sentido completo que hace que la cinta brille por mérito propio. Esto era lo que buscábamos, nada más. No entiendo esas críticas de "es que no arriesga, le falta profundidad". Cojones. Es la primera película en condiciones del fontanero. Demuestra primero que se puede hacer que funcione, y ya me haces luego una secuela en la que vas experimentando un poco. Y si no, te vas a ver cine checheno en versión original sin subtítulos. Profundito, que eres un Profundito.

Puntuación: 8/10

"Toc Toc" (2015)

Después de tantos días, esta película me sigue pareciendo incómoda. Y no sabría si es por ver a Keanu Reeves interpretando...se a si mismo, quizá, en una trama como esta (se le define siempre como un ser de Luz y en esta película parece que Satanás ha venido a tentarle a su puesta). O quizá porque las interpretaciones de Ana de Armas y Lorenza Izzo, dentro de que interpretan de maravilla, no hacen más que irritarme con esa risa contínua estridente que las acompaña cuando muestran su verdadero ser. O tal vez sea porque no hay ninguna explicación al "lore" de la película. De hecho, carece del mismo. Son sucesos que pasan. Y aunque la vida sean sucesos que pasan, esto es falta de realismo. Nada explica qué lleva al desencadenante de la película, y mucho menos sabemos qué podemos esperar qué ocurra después de la misma. Datos, datos, datos... me faltan datos. Lo bueno es que no aburre.

Puntuación: 7/10

"Geostorm" (2017)

 O "película genérica de desastres" mezclada con "película genérica de atacar las posiciones políticas egoístas". Aunque la trama parte de una base poco realista (que los científicos sean capaces de mantener en control la climatología de la Tierra, si esto se ambienta en el final de la década de 2010, es algo bastante improbable... aunque haría las delicias de los conspiracionistas) resulta entretenida. No llega al nivel de crítica social que hemos podido disfrutar en No mires arriba y al final se juega bastante con los giritos de "quién es el malo" mientras podemos ver unos buenos efectos especiales acabando con la vida en la Tierra mientras esperamos ver si son capaces de salvarla o no. Entretenida para pasar la tarde, pero de visionado no imprescindible.

Puntuación: 7/10

Unidas Sumemos

Al lio.

Soy una persona que le encanta el queso. Con que tengan un poco de sabor (es decir, mientras no sea queso de Burgos, que en esa región todo el sabor se lo ha quedado la morcilla) me gusta. Curado, semicurado, sano, convaleciente. De cabra, de oveja.Tranchete, en cuña, a trozos, rallado. En el top, el queso azul. Pero tampoco le hago ascos a uno más suavecito. Ni al amplio abanico de sabores que hay entre uno y otro. Así que lo que más disfruto es de una pizza de cuatro quesos, que me los mezcle ahí todos. O de seis quesos. O de seis quesos más cuatro quesos. Y la masa rellena de queso también. Viva el queso. Cuanto más, mejor.

Con la izquierda en España, por contra, me satura que haya tantos sabores distintos. Y seamos serios. Ninguno de los sabores se adecúa 100% a mi paladar democrático. Porque a lo mejor uno tiene un extra de picante, o flojea por el contrario en alguno de los matices que para mi resulta importante. Como no me quiero perder mucho más tiempo en la alegoría, voy a ir más al grano: es necesario que la izquierda vaya como una pizza de diez quesos. Pizza Unidas Sumemos.

Vaya por delante que no voy a pedir el voto para nadie. Voy a pedir el voto para la izquierda. Para cualquiera que haya a la izquierda del PSOE. No voy a entrar en qué partido debe votarse. Hay que votar a esos partidos. Y, como votantes, exigir a ese partido que pacte. Yo no voy a decirle a ningún votante de Sumar "Oye, dale mejor tu voto a Unidas Podemos". Me mandarían a la mierda y con razón. Pero sí que debo decir: "Oye, tenéis que pactar con Unidas Podemos". Y lo mismo a la inversa, Unidas tiene que pactar. Y hay muchas cosas con el tema de Sumar y de Yolanda que no me gustan. Pero si hace unos años, el Partido Mercadista Socialista se tuvo que bajar los pantalones y permitir que UP entrase a formar parte del Gobierno, un acuerdo entre las formaciones de izquierda no debería ser considerado siquiera como un acto tan obsceno.

Que quede claro que no soy periodista, no soy politólogo. Soy un ciudadano, con derecho a voto, y como tal tengo mis opiniones al respecto, y hoy me ha dado por hablar de esto. Porque me preocupa la situación, y me preocupa que toda esta mierda desemboque en una victoria de la ultraderecha con la nueva ultraderecha. Así que voy a intentar desgranar, en lo posible, mi pensamiento.

Yolanda Díaz ha hecho un gran trabajo en esta legislatura. No voy a negar la evidencia. Tampoco me interesa entrar en el debate de "se podrían haber conseguido más cosas". Nos ha jodío mayo. Y menos. Tocar techo es muy complicado pero tocar suelo es sencillísimo y no es un trapo en el que me interese entrar. Y todo sea dicho, sabe comunicar. Sus intervenciones en el hemiciclo, una gran muestra de que Dato Mata Relato. Por tanto entiendo y comprendo que haya gustado a parte del electorado de la izquierda. Y ojo, me parece bien. A nivel "general", tiene mi aprobado. Pero evidentemente, ni es ni la considero perfecta. Así que quiero repasar también algunas Cosas Que Ha Hecho Yolanda. Y también revisar las Cosas Que Ha Hecho El Cuarto Poder En La Sombra, que parece que se está frotando las manos con toda esta mierda.

En lo primero, por ejemplo, tendríamos el tema del envío de armas a Ucrania, cuando se mostró a favor. Es una postura que puedo entender. Que no compartir. Ya al margen de que los Vallines de la vida nos tachen de putinistas y de isengards y de adoradores de Satán. Me la pela. Apoyar la guerra es otanismo. Y con la puta OTAN me ocurre igual que con la monarquía: me la como con patatas porque ya estaba instaurada cuando nací, y ahora no tengo herramientas (porque a nadie le sale del nabo que las tenga) para cambiarlo. Porque soy de la década del noventa, y para entonces estas cuestiones ya estaban establecidas e inamovibles. Pero bueno, que me enrollo. Es un punto con el cual no coincido. Pero lo admito. Que al final haya varios partidos lo tendríamos que tomar como muestra de diferentes puntos de vista en algunas cuestiones (porque no me apetece entrar en el tema de los egos, para eso me meto un ratito en Twitter). O que no tienen la misma prioridad para los unos que para otros. Para eso se llega a acuerdos. Y habrá que hacer algunas concesiones. Si el lema de Abuso Ayuso para las elecciones madrileñas fue Comunismo o libertad, ahora nosotros tenemos el Fascismo o concesiones.

Personalmente, me quedo con lo segundo. No me satisfará del todo, pero la primera opción es una desdicha.

También me pregunto, ¿por qué crear Sumar? ¿Por qué no presentarse bajo la formación morada? Es algo que no comparto, nuevamente. Pero puedo intentarlo entender. Podemos, o incluso el paraguas con Izquierda Unida (UP), es el objeto favorito de vejación, vilipendio, odio, señalamiento, acoso... de la Caterva Mediática. Y por tanto, que haya preferido empezar en un cuaderno en blanco. En mi pensamiento interno, eso es no entender por qué Podemos, en primer lugar, lo petó como lo hizo, y en segundo lugar, por qué sigue teniendo un apoyo prácticamente incondicional de mucha gente desde sus orígenes. Nació del hastío del pueblo en una situación crítica. Y Sumar, no. Pero es su elección. Y es tan legítima como apoyarla.

Y luego está el tema... de que la gente es muy cansina. Que si ha dicho. Que si no ha dicho. Que si se posiciona. Que si no. Que si da la espalda. Que si de lado... En una palabra, que tanto gusta, que parece que es equidistante. Nuevamente, algo que entiendo, pero que no comparto. Puedo entender la equidistancia cuando hoy parece que una sola acción u opinión es la que te define. Y nada más lejos de la realidad. Pero sí es cierto que el conjunto de tus opiniones y acciones sí que te define. Creo que la equidistancia sólo es válida cuando no sabes. Cuando sabes del tema, es un escudo que no me mola. Y si no me mola en general con mi entorno, menos me gusta en política cuando, precisamente, es donde hay que mojarse, y es donde hay que aclarar la postura que se va a tomar en los temas durante la legislatura. Porque si no, ¿qué sentido tiene? ¿Qué se va a hacer durante cuatro años? ¿Nada? Eso no es posible.

Pero con todas las cosas que no me gustan, tengo que volver a insistir. Acuerdos. Pactos. Si a Sánchez ya le cantaban Con Rivera, no aquí toca un Con Yolanda, sí. Aunque tengan sus diferencias. Es más. Espero que las tengan. Si algo nos caracteriza, o nos debería caracterizar, o distinguir de la derecha es precisamente que tenemos que ser capaces de no estar de acuerdo en cosas pero escuchar al otro y conseguir un equilibro dentro de lo posible. Eso es lo que quiero ver. Me la pela si deciden presentarse juntos o por separado con un pacto de unión de fuerzas. Pero que demuestren que son capaces de hacerlo, coño. Que no estamos pidiendo tanto.

No quería cerrar el tostón este sin mencionar el papel importante de los medios de intoxicación comunicación. Entendamos en esto la cloaca mediática, por favor. Los medios independientes están fuera de estas palabras que voy a decir.

Mucha gente señala, y no sin razón, que los medios la están arropando mucho. Si en los orígenes de Podemos, Pablo Iglesias tenía un espacio prácticamente en todas las cadenas hasta que saltaron las alarmas porque de pronto tenía posibilidades reales de cambiar el país, Yolanda está siendo pintada como la mejor opción de la izquierda por muchos medios. Tampoco la está acosando una horda de nazis en la puerta de su casa, ni le han puesto apodos vejatorios sobre cualquier aspecto de su físico. Quizá formando parte del Gobierno de Coalición mucha gente se esperase lo contrario. A mi no me sorprende en exceso. Creo que les conviene y que prefieren a alguien con ese perfil bajo para presentarse a las elecciones. Y estoy seguro de que le han llegado los famosos "cantos de sirena". La cuestión, en este momento, es ¿y qué? Me explico. No somos Dr. Strange con la posibilidad de ver catorce millones de futuros posibles. Estoy seguro de que la han tentado, pero creo que no se va a dejar regalar los oídos. O lo mismo, sí. No soy adivino. "Para entonces ya será tarde". Pero tristemente solo tenemos esa baza. Lo mismo Yolanda pega subidón en las encuestas y llegará el momento en que las Cloacas la intenten destruir si se sale demasiado del discurso que a ellos les gusta. O lo mismo no llega ni a eso y es otro chasco electoral.

Insisto. Quien no se fíe de Yolanda, que no la vote. Creo que todos somos conscientes de que, de un modo u otro, tienen que confluir juntos. Si no, estamos jodidos. Tenemos opciones para votar. Pero al final dependemos de la voluntad de los partidos de entenderse, con sus diferencias, para gobernar juntos.

El post del entretenimiento de marzo

Al lío. Los libros, series y películas con los que me lo he pasado bien en marzo (o no).

Los libros

"Mientras escribo", Stephen King, 2000

Hace ya un buen puñado de años, King nos abrió su cabeza con dos (casi tres) narraciones. La primera (y la tercera) componen su auto-biografía. Desde sus orígenes más humildes hasta que consiguió meter la cabeza en el mundo de la publicación (incluyendo cómo conoció a su esposa de toda la vida) para redactar en todas las páginas centrales sus consejos para escritores. Los cuales, por supuesto, son completamente subjetivos. No son una Biblia que seguir con los ojos cerrados, ni tampoco es una sarta de bobadas dichas por un charlatán. Es su experiencia, sus gustos y sus formas, los cuales podemos compartir o no. Habrá cosas que en mi propia experiencia no podré hacer (no al menos mientras siga dependiendo de un trabajo de oficina para subsistir) pero muchas de las cosas que dice las considero lo bastante útiles. Tendré el libro cerca cuando esté escribiendo para recordar algunas de ellas.

Valoración: 8/10

"Mi vida sin rosa", Lizth Bianc, 2022

Creo que lo vi listar a alguien de mi GoodReads y llamó mi atención, así que tenía que hacerme con él. Una autobiografía, más o menos, ya que la autora no hace un repaso como tal a su vida, sino todo lo relacionado en su vida con su género. Cómo se dio cuenta de lo molestas que le eran tantas etiquetas, tantas veces peyorativas, y los problemas que le supuso a nivel personal. Su lucha pos superarlas (que aún sigue en algunos aspectos). De ágil lectura, si le tengo que poner alguna pega es que probablemente podría profundizar un poco más. O quizá no, si ella considera que es lo que debe narrar y por supuesto no es de pretender que se abra por completo. Pero creo que cualquiera que lea este libro va a ver unas situaciones que le harán pensar "Yo esto lo he visto" o "Yo esto lo he vivido". Para sentarse y reflexionar un rato.

Valoración: 8/10

"La viuda roja"

Este libro compende dos relatos apócrifos de Sherlock Holmes, que paso a reseñar individualmente.

"La viuda roja de París", Anónimo, 1909

En estos relatos alemanes de 1907 a 1911 la acción salía de las calles de Londres, o incluso de la propia Inglaterra varias veces. Esta vez nos traslada a Francia para que presenciemos el típico relato que parece apuntar al mayordomo (y que, por supuesto, nos tiende la "trampa") para culparle de un asesinato y un robo. Debo decir que esta versión de Holmes dista bastante de la transformación que se puede ver en el canon original, siendo quizá más similar al que veríamos años después (a partir de la década de 1920) con un Holmes que pinta ser más cercano; y también más humano, pues si Watson nos narraba en su mayoría casos en los que el detective salía victorioso en caso todo momento, estas narraciones en tercera persona nos muestran un detective más propenso a caer en el exceso de confianza, poniéndose en peligro de un modo que difícilmente veríamos en los escritos de Conan Doyle. Pero asumiendo estos relatos como son, pastiches, aceptamos esta versión para disfrutar de un relato más tenso en la cual vemos peligrar la vida del detective. Y aunque sepamos que no va a morir, mantiene en vilo hasta el final.

Valoración: 7/10

"El anilllo de Doña María", Anónimo, 1909

Una vez más la acción nos lleva lejos de las tierras inglesas para establecerse en México. Y nuevamente, aceptamos que Holmes se desenvuelve con todos los idiomas, y no solo él, sino su compañero Taxon. A pesar de lo cargante del personaje de Scatterbourg, provocándome como lector el deseo de que le borren del mapa y que Holmes se dedique a buscar al culpable, esta historia de engaños, suplantaciones y ritos no desmerece su lectura, a pesar de un final un tanto precipitado y de que la escena del baile queda un poco larga.

Valoración: 7/10

"La colmena", Camilo José Cela, 1951

Cela retrató la España de aquellos años tan negros de su Historia. O más bien, del Madrid de aquel entonces, que hace las veces de esa colmena del título. Pasajes de diferentes extensiones, pero nunca muy largos, son los que componen los seis capítulos del libro a un ritmo que no permite aburrirse. El autor trata una variedad de temas muy amplio a través de los muchos personajes que pululan las páginas, a cual más variopinto. Del poeta sin un duro a la dueña de la cafetería, pasando por los intelectuales, el usurero, la enamorada de un hombre enfermo... Me veo incapaz de ponerme en la mente censora de aquellos años para pensar qué vieron de malo en este libro, cuya publicación en 1951 se hizo en Argentina, y solo cuatro años después pudo verse en España, salvo quizá el deseo de que los lectores no pudieran sentirse identificados con algunas de las historias que se nos narra, algunas efímeras y otras que conocemos por muchos pasajes.

Valoración: 7,5/10

"C3PO en la corte del rey Felipe", Pedro Vallín, 2021

Vallin hace un retrato indudablemente certero sobre el Estado Profundo y los hechos acontecidos en política en los últimos tiempos. No obstante, la lectura es a la vez una muestra de lo pomposo del autor. Sus interrupciones a lo largo de los capítulos para mostrar paralelismos con las películas que cita y que pretende usar de ejemplo me han sacado de situación más de una vez. Máxime cuando muchas de estas películas o no las he visto o no me gustaron (que esto es una apreciación personal, pero precisamente, a nivel de lector -que en esta ocasión he sido yo- no me cuaja). Su elección de palabras lo convierte en un libro no accesible para cualquiera. Si quiere que su mensaje se entienda debería tender menos a emplear el sinónimo menos empleado y menos conocido de cualquier palabra. No me considero una persona ignorante (y tampoco el más culto del lugar), pero resulta exasperante toparse con palabras no conocidas por la falta de uso habitual que igualmente interrumpen el ritmo de la lectura para entenderla.

Valoración: 7/10

Las series

"New Amsterdam" (T5)

Tras el final de la temporada anterior, tenía curiosidad por saber cómo pensaban cerrar la serie, y lo cierto es que no desmerece. La marcha de Freema Agyeman hace necesario reinventar el personaje de Max, pero sin caer en el peligro de hacer que la serie escore demasiado a lo Anatomía de Grey (sin nada en contra, simplemente, que esta serie no es de ese estilo; y ya he tenido bastante de eso con The Good Doctor). Las historias de cada personaje se continúa desarrollando sin comerse todo el peso de los capítulos, que continúan enfocándose en los diferentes problemas que tiene la Sanidad en los Estados Unidos y todos ellos son tratados de forma exquisita. ¿El episodio final? Sin spoilers, una narrativa muy inteligente y una gran sorpresa final. Hasta siempre, New Amsterdam. Te echaremos de menos.

Valoración: 7/10

"The Last of Us" (T1)

Si había alguna serie que aguardaba con ganas este año era, sin duda, The Last of Us. Máxime cuando no he podido jugar al videojuego (porque me niego a comprarme una consola para solo uno (dos) juegos (que este tiene secuela)). Y me ha parecido simplemente deliciosa. Lo diré solo una vez: NO SOBRA NINGÚN EPISODIO. Cada uno de ellos sirve para ir construyendo un todo. Y voy a decir una obviedad, pero he visto tantos artículos de esperpentos expertos de series que no lo han entendido, que me veo obligado a hacerlo: no es una historia de zombies, es una historia de amor. Y es una buena historia de amor. Y disfruto doblemente el escocor que sufren las hordas de trolls "anti-woke" que se echan a llorar por lo que vemos en la serie. Realización, guión, interpretación... maravillosa la serie. Con ganas de ver qué están preparando de cara a la siguiente temporada.

Valoración: 9/10

"Pequeñas Mentirosas: Pecado Original" (T1)

Durante mucho tiempo estuve viendo Pequeñas Mentirosas. Es decir, no desde que empezó su emisión, pero alcancé el ritmo semanal en sus últimas temporadas. La historia era un "placer culpable", y se basaba y desarrollaba en base a absurdos, pero tenía dos puntos a favor: un grupo de protagonistas interesantes y el bello arte del cliffhanger. Pero en lo que respecta a su spin-off/reboot... carece de ambos elementos. Es decir, saben jugar con el cliffhanger, pero cuando no consigues empatizar con las protagonistas, no funciona en absoluto. Era obvio (y deseable) que la historia no sería igual que la original, pero quizá el recuerdo tiene más peso y al final me he encontrado una historia que no me ha llamado la atención. Tal vez porque, dentro de las normas del absurdo, esta serie termina siendo más "mundana" y su resolución puede ser más creíble, pero no queda igual. Se adapta bien en el contexto actual, pero eso no es suficiente para levantar una serie a la sombra de su predecesora. El final da pie a una continuación, pero tanto si llega como si no, hasta aquí hemos llegado.

Valoración: 3/10

Las películas

"Sherlock Holmes y la Voz del Terror" (1942)

Después de la tibia acogida de las películas El sabueso de los Baskerville y Sherlock Holmes contra Moriarty, la 20th Century Fox dejó sus películas de alto presupuesto ambientadas en la era vitoriana y tomó el relevo Universal, en películas de menos presupuesto y moviendo al personaje a su misma época. Y en plena Segunda Guerra Mundial, esta actualización puso a Sherlock Holmes a investigar a los nazis, en una premisa por la cual los alemanes enviaban mensajes a Inglaterra narrando en directo sus actos. La película es de escasa duración (apenas una hora), pero esto ayuda a que sea de un ritmo ágil. Las deducciones de Holmes quedan relegadas a muy segundo plano, aunque trabaja al estilo del canon original, mientras que el personaje de Watson empieza a parecer casi un adorno para no convertir la cinta en un monólogo de Holmes. Los elementos que toma prestados del canon le sientan bien a esta aproximación a película de espías.

Valoración: 7/10

"John Wick 4" (2023)

Si alguien espera algo diferente mejor que se ahorre la entrada. Porque John Wick 4 es John Wick en estado puro. E incluso con el trabajo sobresaliente de Keanu Reeves (a quien solo de verle en esas escenas hacen que me lesione yo, y eso que él tiene 58 años en el momento de escribir estas líneas...) la película permite que el resto del elenco principal tenga también sus momentos para lucirse. Es la conclusión natural de la historia. Un baño de disparos, golpes y espadazos en su mejor mezcla de escenarios (con sus colores perfectamente elegidos), una música acorde, y tiene por ahí un plano secuencia muy concreto que madre mía. Delicia audiovisual. Por sacarle un punto negativo, tiene una duración de estos tiempos actuales: dos horas cuarenta minutos. Pero debo reconocer que no se hace tan larga. Y otro hito: consigue mantener el nivel de la saga después de cuatro películas, algo que no todas las cuartas partes pueden decir.

Valoración: 8/10

"Sherlock Holmes y el arma secreta" (1942)

Universal repitió jugada con su actualización de Holmes a los años 40. Y también continuó la estela de la temática nazi, esta vez para poner al detective custodiando a un científico suizo, que está desarrollando un arma para combatir a los alemanes, que obviamente quieren hacerse con esto. De nuevo una película ágil y de breve duración. Aunque Rathbone interpreta de maravilla al Holmes enérgico que vemos en varios de los relatos canónicos, no tiene tiempo en la cinta de mostrarnos la versión sosegada, o la aburrida con la existencia que tan bien conocemos. Nigel Bruce, por su parte, tiene algún momento para demostrar que no es tan tonto como lo pintan en el resto de la cinta (ya que también tiene sus momentos de quedar como un bobo). Por sacar algún punto negativo, el nuevo Moriarty (porque en este universo le llegaron a interpretar tres actores), no tiene una salida digna de su nivel en la película.

Valoración: 7/10

El post del entretenimiento de febrero

Al lío. Estas son las reseñas, con más cariño y tiempo, de lo que he visto y leído en febrero.

Los libros

"El guardián invisible", Dolores Redondo, 2013

Conocía la saga por haberme visto las películas, pero no me gusta quedarme ahí y debo ir siempre a la fuente original para comparar. Y nuevamente, el libro consigue desbancar el resultado de la película, la cual no era mala, pero en la comparativa sale perdiendo, como si el director no hubiera tenido claro dónde meter los cortes. En el texto escrito todo queda mejor plasmado, el ritmo de la narración, la dosificación de la información, conocer más en profundidad los pensamientos de Amaia, la protagonista, "en llano" multiplica mucho la experiencia de la historia. Sobre el caso en sí, rocambolesco como parece ser la orden en estos días (nada desdeñable, o no habría historia posible), y se agradece el no abuso de potenciales sospechosos que salen de debajo de las piedras con tal de intentar confundir al lector. La obra es a partes iguales, bien equilibrada, la propia historia de la inspectora Salazar como de la caza y captura del monstruo que ha turbado la tranquilidad en el Baztán. Y, especialmente, el título queda con mucho más sentido en la novela que todo lo recortado de la novela.

Valoración: 7/10

"El método (The Game)", Neil Strauss, 2015

No se si alguien hubiera apostado hace unos años que yo me terminaría leyendo "El método". Yo mismo hubiera apostado en contra y habría perdido, por lo visto. Lo que ya me hubiera sorprendido es que el libro me gustara. Y como cabía esperar, no ha sido así. Vaya por delante que no veo nada malo en querer aprender a ligar (en plan sano), o a relacionarse con la gente (en plan sano), que al final el ser humano es sociable. El problema es que Neil Strauss donde entra es en un grupo de gente carente de personalidad absorbiendo trucos sin filtros ni consideraciones de unos iluminaos que se autodenominan "Maestros de la Seducción", los cuales no son más que una panda de misóginos que no ven personas en las mujeres. Ven objetivos, ven muescas, ven trozos de carne... El problema al final es que El Juego, como sería en inglés, al final no es tal. Es decir, puede ser realmente un juego bien usado, pero eso no ocurre, más allá del propio Strauss (que al final es el autor y creo que tampoco sería lo bastante tonto como revelar toda su oscuridad, pero bueno). El Juego al final pasa a ser manipulación, hipnosis (sic) y una serie de técnicas muy peligrosas cuando las emplea gente que no está bien de la cabeza. Menos mal que he terminado de leerlo, porque he sufrido.

Valoración: 1/10

"Sherlock. Escándalo en Belgravia (segunda parte)", Jay, Moffat y Gatiss, 2021

Por fin la continuación y final de la adaptación del episodio "Escándalo en Belgravia" de la serie Sherlock de la BBC. Jay, una vez más, no arriesga, de modo que el texto corresponde íntegramente al guión de Steven Moffat y Mark Gatiss (si bien este episodio fue guionizado por el primero, aunque como creadores ambos comparten créditos en todo el manga, incluso en "El banquero ciego" que fue escrito por Steve Thomson) en la temporada en que el protagonista empieza a humanizarse y conoce el amor. De modo que tan bueno como me pareció el original, valoro lo mismo con el manga. Por reseñar algo más, Jay sabe qué frames elegir para plasmar las viñetas y los diálogos, y aunque a veces se refugia en viñetas sombreadas para únicamente meter los "bocadillos", el resultado es muy bueno. La edición deluxe que hace Norma Editorial trayendo el manga, fantástica.

Valoración: 8/10

Las series

Alice in Borderland (T1)

Tenía pendiente verla desde hace bastante, y finalmente me animé sin tener muy claro qué me iba a encontrar. Al margen de fechas de emisión y de que se base en un manga (el cual ahora me quiero leer), es una especie de "El juego del calamar" más a lo bestia y con toques de ciencia ficción. La fórmula funciona bien, y no se hace en absoluto larga, aunque al final creo que queda lastrada un poco por el propio protagonista, cuyas deducciones, al más puro estilo de un procedimental (policíaco u hospitalario, la solución siempre llega al final porque lo marca el guión) no termina de encajar del todo y queda forzada. Pese a lo cual, remarco en especial el tercer episodio del juego de corazones, un giro sorprendente (insisto, no he leído el manga y quizá ahí también ocurra). Por contra, aunque enriquecer la historia de los personajes siempre es un plus para generar el canon, no me parece que en este caso suponga mucha diferencia de cara a lo que vemos. A finales del año pasado se estrenó la segunda temporada, según vea el cúmulo de series puede que me anime con ella o aguarde un tiempo más.

Valoración: 7/10

Las películas

"El perro de los Baskerville" (1939)

La primera película de Basil Rathbone como Sherlock Holmes iniciada por la 20th Century Fox (y que solo duraría otra película más hasta que Universal tomara el relevo) es una adaptación muy buena de la "novela por excelencia" del detective de Baker Street. La ambientación en Dartmoor, la mansión, el pantano... todos los elementos logran sumirnos a la perfección en la narrativa, que respeta casi todo el tiempo la obra original, de un modo ameno y en constante movimiento, sin dar mucho tiempo al descanso (¿por qué no se siguen haciendo películas de hora y veinte de duración?). Eso sí, peca y pierde puntos al final, cuando se acelera tanto que se omite la persecución final después de descubrir al culpable, quien termina huyendo. Tampoco le hace mucho favor al filme omitir la trama de Selden, que intentan reutilizar para jugar al despiste pero con poco éxito (tal vez la cinta tuviera más impacto en su día, o puede mantenerlos para quien desconoce la original) y al final parece más metido con calzador que otra cosa.

Valoración: 8/10

"Sherlock Holmes contra Moriarty" (1939)

Rathbone volvió a vestirse con la levita de Holmes en un guión original. O basado parcialmente en la obra de teatro de "Sherlock Holmes" de William Guillette (quizá hace mucho que no la leo, pero yo no soy capaz de encontrar esos paralelismos). La película creo que pega un bajón en el guión con respecto a la de Baskerville. Si bien la ambientación seguía siendo muy buena (y cara, motivo por el cual Universal trasladaría la acción al presente de aquellos años), nos topamos de primeras con un doctor Watson que empieza a caricaturizarse, probablemente el aspecto más molesto de varias adaptaciones. El profesor Moriarty elegido carece del aire de peligro que han evocado otros intérpretes, y su plan parece más propio del que veríamos años después en el anime de "Meintaitei Holmes" que el profesor del canon (aunque es interesante ver la escena que inspiró en parte el episodio "La caída de Reichenbach" del Sherlock de la BBC). Y en cuanto al apartado deducciones, empiezan a ausentarse, y simplemente parece que Holmes "sabe cosas" en vez de averiguarlas.

Valoración: 6/10


Existe la verdad y la verdad

Al lío. "Existe la verdad (carita enfadada) y la verdad (carita alegre)" es quizá uno de los memes más explotados de Los Simpson pero no por ello menos cierto. Y es que veo que se dan muchas veces dos mentiras diferentes cuando hablamos de la verdad. La verdad, en su más simple definición, sería la coincidencia entre una afirmación y los hechos. Y muchas veces el problema no es la verdad. Es cuál es la afirmación. Son cuáles son los hechos. Cómo hacemos la afirmación. Qué ocurre con esos hechos.

Por eso, recomiendo a quien me lea que cuando conozca a una persona que en la tarjeta de presentación dice: "Yo es que soy muy sincero", que en ese momento se de media vuelta y ponga cuantos más kilómetros de por medio mejor. Porque no conozco a muchas personas que tengan buenas experiencias con ese tipo de personas. Traducido al idioma real, "Soy muy sincero" viene a significar "Digo las cosas que me da la gana, con una arrogancia que te van a dar ganas de partirme una silla contra la nuca, y encima creo que me tienes que dar las gracias por ser como soy". "Soy muy sincero" es tomarse la carta blanca de tener el derecho a decir lo que sea, pero encima con un "bonus": no les puedes pagar con la misma moneda. No se pueden criticar sus opiniones porque, oh chorprecha, les estamos censurando. "Soy muy sincero" es básicamente exponer cualquier afirmación sin derecho a reproche. El mundo a tus pies. "Soy muy sincero" como justificación absoluta para comportamientos intolerables. "Soy muy sincero", pero no lo seas conmigo, que a mi esas cosas me parecen unos ataques intolerables contra mi persona.

Y ojo, soy el primero que considera erróneo que la gente se tenga que regalar los oídos. No, en la vida hay cosas positivas, y hay cosas negativas, y se tienen que poder expresar las negativas. No con crueldad. No con la intención de herir a alguien, querida persona que eres muy sincera, porque tus comentarios son destructivos. Una persona no tiene que ser sincera a malas. Tiene que haber una intención de ayuda. Y si no, por qué no, un silencio. Muchas veces es mejor simplemente cerrar la boca. Y sobre decirlo: nos podemos equivocar. Podemos cometer un error, involuntario (por eso se le llama error), porque una vez se nos ha ido la lengua en una discusión, o porque hemos hablado sin pensar. Son cosas que pasan, podemos errar, somos humanos, pero también tenemos que ser capaces de rectificar cuando algo ha sido equivocado. Un pedir perdón, un saber estar. Hay formas de decir las cosas, máxime cuando alguien te importa. Aunque muchas veces parece que, efectivamente, a estas personas muy sinceras no les importan los demás.

Las personas que de verdad son sinceras no tienen que expresar que lo son en una frase.

Y luego también está la otra cara de la moneda. Porque para mi, lidiar con un sincero me resulta muy sencillo, sé lo que me va a acarrear y esperarme lo peor, nada de empatía, y a seguir. Pero ¿qué pasa cuando se da el lado contrario? "Dime la verdad". Ay, Dios. Qué compromiso. Porque muchas veces, por el devenir de la conversación, "Dime la verdad" trae entre líneas "Espero que la verdad sea lo que yo pienso", una especie de acuerdo entre ambas partes por la cual hay que agradar a la otra parte falseando la verdad. Bueno, ¡que igual no! O sea, se dan casos en los que la verdad coincide con lo que la otra persona quiere oír. Pero hay otras tantas que no. Y entonces, ¿qué hacemos?

En lo personal, yo soy de los que piden sinceridad de verdad. Al igual que no me gusta regalar los oídos de nadie, tampoco me gusta que me lo hagan a mi. Porque eso al final me hace sentirme peor, si detecto que hay un intento de no herirme al final me llego el golpe por dos: la mentira y el hecho negativo en sí. Obviamente es una elección personal, pero si se que algo ocurre, algo que no está bien, tener la información puede ayudarme a corregirlo... o a asumirlo. No siempre las cosas negativas son reversibles. Pero son las que son y hay que conocerla.

Pero nuevamente me remito a lo que ya dije: existen formas de decir las cosas. Y se aprende. Y yo sigo aprendiendo, porque no es algo absoluto. Cada persona individual tiene una serie de variables que reaccionan de forma diferente a cada input, pero coño, para eso nos vamos conociendo. Hay que aprender a comunicarse mejor. Tenemos además un idioma riquísimo, y no lo estamos aprovechando bien. "Te veo muy delgado" suena infinitamente peor que "Te noto algo hoy. ¿Ha ocurrido algo? ¿Quieres hablar?". Pasamos de ese ataque "sincero" a una preocupación por nuestro interlocutor. Y ya es cosa de la otra parte querer hablar o no. Tampoco es sano un "Qué bien lo has hecho" cuando el resultado no es realmente algo bueno. Yo, que soy todavía Cocinero de Nivel 1, es la magia que tengo menos desarrollada, hay cosas donde meto la pata y que no tengo controladas. ¿Qué favor me harían los comensales si dieran por buena una carne que no he preparado bien, o que algo me ha quedado insípido? Nada. Obviamente tampoco quiero una reacción del tipo "Esto no hay quien se lo coma". Yo que sé, dame pistas, qué le has notado, está duro, o blando, o no ha pillado el sabor. Dame información, coño, comunica.

Y también hay una vieja máxima que no se me olvida: no preguntes aquello cuya respuesta no quieres conocer.

En serio. Tenemos que conseguir llegar a un término medio entre ambos extremos. Tenemos que poder decir las cosas, por negativas que sean, buscando las palabras apropiadas y no mentir a esas personas que buscan una aprobación cuando consideramos que no es así, pero tampoco a base de destrozar la moral de los demás. Pensemos antes de hablar. Estemos seguros de lo que queremos saber.

El post del entretenimiento de enero

Al lío. Estas son las reseñas, con más cariño y tiempo, de lo que he visto y leído en enero.

Los libros

 "Sherlock Holmes de Hayao Miyazaki", Sergio Colomino, 2020

Tenía ganas de leerme este libro-análisis sobre la muchas veces olvidada Meitantei Holmes. Disfruté mucho la serie en su día, pero el análisis de Colomino me está dando ganas de volver a disfrutarla, libro en mano, para fijarme en tantos y tantos detalles pasados por alto en aquel primer visionado (cuando también me estaba familiarizando con el canon original). Se nota mucho el cariño y mimo del autor al hablar de este anime y el trabajo de investigación que lleva detrás para recoger hasta el último de los datos. Y, sobre todo, sin que le falten momentos en los que señalar errores o aquellas partes en las que pudo ser mejor. Porque que algo te guste no debe ser óbice para reconocer sus imperfecciones y desear que se hubiera hecho mejor. Disfrutada cada página del libro, cuidado tanto en la redacción del texto como en el maquetado (algo de agradecer, porque últimamente no encuentro ni un libro con algún fallo, aunque sea minúsculo, y que me saca de situación por completo).

Valoración: 9/10

"La red púrpura", Tres Hombres, 2019

Continuación directa de la historia empezada en "La novia gitana". La historia es un thriller de los de ahora. Ritmo rápido, una sucesión de nombres de los que cualquiera puede ser culpable. Ritmo rápido, que no da apenas pie a descansar. Y tampoco apetece, porque la información es continua, según cada aparición va revelando nuevos secretos, pero no todos. Si bien muchas veces los personajes parecen impedir una y otra vez la resolución final del caso, y aunque al final vemos un villano-ex-machina no desmerece la sucesión capítulos, especialmente por esos momentos en los que los protagonistas pierden sus oportunidades. El final, un tanto cerrado, aún sabiendo que existen dos secuelas más -aunque, de momento, aguardaré y continuaré otras lecturas para no saturarme-. Lo más terrible puede ser pensar cuántas redes púrpura pueden existir por el mundo, y que muy probablemente en esta novela solo haya una versión azucara de la realidad, que no es cosa pequeña.

Valoración: 8/10

"La esfinge", Robin Cook, 1979

Supongo que antes o después, topamos con alguna piedrecita en el camino de un autor. He leído un buen puñado de novelas de Robin Cook (que no todas, ni de lejos) y esta es la primera vez que tenía más ganas de terminar que de ver avanzar la historia. Lo considero una oportunidad perdida, ya que los tres primeros capítulos prometen bastante sobre la historia alrededor de la tumba de Tutankamón y Seti I, pronto torna en ir moviendo a Erica Baron, la protagonista, de un lado para otro en un mar de nombres. Quizá alguien más versado en estas lides es capaz de seguir mejor los movimientos constantes, pero a mi me sacaba de historia una y otra vez. Es raro, porque en sus thriller médicos, aunque soy un lego en la materia, logra engancharme bastante más. Y además la diferencia del ritmo, ya que parece desarrollarse todo muy despacio mientras que el final prácticamente se precipita, como si se le estuvieran acabando los folios. Pero bueno.

Valoración: 5/10

"Crónica del pájaro que da cuerda al mundo", Haruki Murakami, 1994

Es terrible cuando empiezas un libro con una buena premisa, o al menos, lo bastante interesante como para continuar leyendo sus páginas, y terminas deseando terminarlo. Le sobran la mitad de las páginas. Creo que Murakami quería concentrar demasiadas historias en esta novela, y el problema es que parecen o son tan ajenas al hilo principal de la historia que solo podía pensar "¿pero esto a mi qué me importa?". Se puede contar lo mismo en la mitad de espacio porque al final he terminado leyendo muchos pasajes en diagonal. Por no hablar de lo irreales que me resultan los personajes, algo medio comprensible teniendo en cuenta sus naturalezas, pero que se me antojan completamente impostados. Qué rabia. Murakami me ganó en su día con 1Q84 pero los siguientes libros suyos que me he leído han acabado en decepción.

Valoración: 3/10

Las series

His Dark Materials (temporada 3)

Tras dos temporadas excelentes (meritorio teniendo en cuenta que la segunda novela de toda la trilogía es, en mi opinión, la más floja de todas), la tercera y última no defrauda. Mantiene el nivel muy alto, y las licencias que se toma Jack Thorne adaptando el guión mantienen la esencia de la historia original. Y no solo eso. Las actuaciones, de diez. Y la ambientación, una maravilla. Te llega todo al corazón cuando te tiene que llegar. Mis dieces. Si tuviera que pensar en la adaptación a pantalla más fiel de cualquier cosa que haya leído, sin duda, sería esta serie. Punto negativo: que se acaba. Punto positivo (y doloroso): que respeta el final de Phillip Pullman en lugar de plantear hacer uno más comercial como suele ocurrir con estas cosas. Bra-vo.

Valoración: 9/10

Machos Alfa (temporada 1)

La nueva serie de los creadores de "Aquí no hay quien viva", "La que se avecina" y "El pueblo" resulta un soplo de aire fresco en su trayectoria. Es divertida sin dejar a ser tronchante, pero juega a su favor que el reparto de personajes -donde sí que mantienen su sello identitario a base de un elenco bastante amplio-, partiendo de que sigue siendo una comedia, no se muestran tan estereotipados como en sus anteriores trabajos, aunque siempre tienen su puntito de ir unas décimas por encima del ciudadano promedio. También es un poco forzado, a causa de lo que quiere mostrar el guión, que los cuatro amigos protagonistas estén todos en el punto de tener que aprender los nuevos modelos de masculinidad sana, pero al final su amistad parece más el "punto común" para mostrarlos juntos ya que cada uno atraviesa un momento diferente de su experiencia vital. Perfectamente podrían ser cuatro personas ajenas entre sí, y el resultado no habría variado mucho.

Valoración: 7/10

Doctor Who (temporada 5)

Increíble. Muy top. Matt Smith toma el relevo de David Tennant a la perfección, y sabe mantener el toque del Doctor en su propio estilo. Y después del personaje de Donna (a quien el fandom le parece tener mucho cariño, y me puedo ganar varios enemigos al decir esto, pero yo no la trago), Amy Pond encaja a la perfección como nueva companion. Y no solo ella, sino que Rory se suma al plantel sin forzarlo. La historia queda muy bien hilada, casi sin darnos cuenta, a lo largo de los capítulos (chapó especialmente por el de Vincent Van Gogh) para ofrecernos un final de temporada en dos episodios que dan ganas de aplaudirlo. Una maravilla. Tengo que ver alguna temporada más de este Doctor antes de que acabe el año.

Valoración: 9/10

Las películas

"Pinocho de Guillermo del Toro" (2022)

La segunda versión de "Pinocho" que salió el año pasado. Mientras que la de Disney solo fue una versión sin cafeína y sin lactosa de su original de 1944, Guillermo del Toro se come el pastel por completo. El estilo ambiental queda de diez, los personajes son muy característicos y reconocibles en esta versión oscura de la historia (a la que no le hace ningún mal alejarse del original de Carlo Collodi). El tono general de la película resulta muy maduro, sin que por ello la marioneta de madera llegue a caer antipática. Ver el mundo a través de sus ojos en contraste con el resto de los personajes, con el plus añadido de ubicar la acción en pleno auge del fascismo italiano (y aplaudo con las orejas la burla a la cara que hace Pinocho a Mussolini) nos dejan una cinta disfrutable, interesante, una buena versión del personaje que brilla por su tono propio. ¿Lo mejor? La clasificación PG, que la habilita para ser vista por niños. En compañía de sus padres, por supuesto, pero siempre he considerado que las obras de ficción que tratan temas como esta película (como la represión, la guerra, o la muerte) son una herramienta para ayudar a entender cómo funciona el mundo, sin que se pierda aún así el mensaje de que las cosas pueden ir a mejor.

Valoración: 8/10

Vuelta al blog por no-se-cuánta vez

Al lío. Llevo mucho tiempo pensando en volver a escribir por aquí. Pero tengo más que comprobado que escribir no es algo que se tenga que hacer, sino que tiene que salir hacer. He estado muchas veces a punto de ponerme al teclado para volver, pero simplemente los momentos han pasado. Probablemente porque pensaba en enfocarme en escribir sobre el aquí y el ahora. Y al final es un error, porque para eso tengo mi Twitter, donde voy, pongo la burrada de turno, y sigo con mi vida. Un blog, mi blog, no debería ser así. Quiero tomarme mis tiempos de reflexión, corregir antes de publicar. Alejarme un poco del mismo contenido que pongo en redes sociales. Que bueno, al final se limitan a ser Twitter y Mastodon. Ni Facebook, ni Instagram, ni nada de eso. De hecho, una de las entradas que quiero publicar este año es al respecto de eso.

Así que estoy organizando ideas para escribir más largo y tendido de asuntos que me apetece que queden plasmados más tiempo en alguna parte. Como tantos hilos interesantes que veo por Twitter y que quedarían tan bien plasmados en alguna web escritos.

Leía esta mañana que la desventaja de los blogs hoy en día es el posicionamiento SEO. Pues, sinceramente, me la pela el SEO, el posicionamiento, y lo que sea. Quiero recuperar el escribir por gusto, el compartir ideas maduradas y releídas antes de darle al botón de publicar. Y mi espía del FBI sabe muy bien la de tuits que no he ido a poner pero que han estado en la pantalla de texto con mi dedito acercándose al botón publicar. Esto es diferente, es otro estilo. Más perteneciente, sin duda, a la década pasada. Pero he visto el mundo degenerarse tanto en estos diez años, si cabe, que me apetece recuperar unas costumbres antiguas. Aunque a nadie le importe. Esto es para mi. Y puede que este mes publique cinco entradas y hasta marzo no vuelva a publicar nada. Pues de acuerdo. Esto es entretenimiento.

Sí quiero dedicar una entrada al mes, mínimo, para compartir un poco de lo que pongo en Twitter: reseñas más extensas sobre los libros, series y películas que voy viendo a lo largo de los meses. 240 caracteres no les hacen justicia realmente. O quizá sí. Pero un texto más extenso, sin regresar a los post exclusivos.

¿Continuaré, no? Espero que sí. Pero bueno. También esperaba en 2020 terminar un fanfic que tenía entre manos, y mientras sigo esperando por acabarlo ya tengo ideas para un par de novelas originales. El tiempo dirá qué sale de ahí.

 Salud y república.

Libertad para los ricos, justicia para nadie

Me encantaría poder dedicar esta entrada a la actualización y el DLC del Animal Crossing. Pero no, parece que los últimos acontecimientos me empujas, una vez más, a mojarme y dar una opinión sobre actualidad que nadie me ha pedido. O lo que es lo mismo, practicar el deporte rey en España. No, no es el fútbol. Es lo de opinar. Especialmente porque últimamente tengo un compañero de jaula, digo de oficina, que se ha vuelto especialista en opinar de todo, incluso en conversaciones en las que no está invitado. Pero bueno, le tengo dedicado algún párrafo en este post.

El caso es que cada vez que... ese empresario que se hizo rico explotando mujeres en Galicia y actualmente las ha sustituido por niños en la India aparece en las Tendencias de Twitter, probablemente porque intenta tapar sus delitos contra la Hacienda a base de donaciones, aparece su ejército de talifanes a protegerlo contra el peligro que suponen 280 caracteres que cualquier persona puede poner.

A la mayoría de estos los voy silenciando o bloqueando, según el día, más que nada para ir evitando que el algoritmo les de relavancia y de paso curarme en salud mental. Pero bueno, levantas una piedra y te surgen otros siete. En una de estas, aparece uno de estos especímenes, cuyo argumentario para defender su imagen fue:

  • Que este empresaurio empezó de la nada. Aún estoy buscando qué tendrán que ver las churras con las merinas para entender este alegato. Y
  • Que no es la única persona con pocos escrúpulos en España, o incluso en el mundo. El típico argumento del votante de derechas promedio. Como diciendo "este roba pero anda que el otro..."

¿En qué momento una sociedad sana acepta que alguien haga algo que está mal solo porque otros lo hagan? Y no hablo ya del ámbito legal, sino del moral (no olvidemos aquella mentira de "Si es legal es ético, si no fuera ético sería ilegal"). O más bien, ¿dónde está el límite de a quién se lo permitimos hacer y a quién no? ¿Bajo qué circunstancias metemos como tolerable que un único ser actúe por encima de los demás? Bueno, tampoco es un único ser. Ortega, Zuckerberg, Bezzos... Todos ellos parecen pertenecer a ese selecto club de "hagan lo que hagan hay que aplaudirles".

Porque a todos nos parece mal que Vladimir (le pongo un nombre ruso porque parece que siempre mola más hacer que los delincuentes parezcan extranjeros aunque hayan nacido en Calzadilla de los Barros), ese que vive al final de la calle y que tenga todas las ventanas del piso tapiadas, haya encerrado dentro a veinte inmigrantes magrebíes sin papeles que cosen bolsos falsificados (marca Luis Putón) y a otros diez senegaleses que van a ir a la Gran Vía de Madrid, o a la Rambla de Barcelona, a venderlos por la calle evadiendo impuestos, pasando de la seguridad social, etc... Pero mucha gente que se indigna con este Vladimir aplaude que el dueño del almacén de ventas más grande del mundo, en cuyas instalaciones se destruyen diariamente miles de productos que no tienen salida, se de un garbeo por el espacio omitiendo que sus empleados tienen botellas para orinar porque no pueden ir al servicio durante su jornada laboral.

¿Vladimir es un delincuente? Sí. ¿El otro es un delincuente? Pues parece que en el sistema capitalista no. Es un rico. Tiene derecho a hacer lo que quiera. Si va mañana y le mea a un pobre encima (no digo figuradamente como ya hace a diario, hablo del hecho físico de orinar) habrá todavía quien se lo consienta. Porque esa gente ha decidido que puede haber otras personas que estén por encima de los demás. Es un poco un Síndrome de la Edad Media, donde era natural que hubiera clases altas y bajas y cada cual pertenecía a la suya, y los de arriba pisoteaban a los de abajo.

Masa on Twitter: "Viñetica que he metido en el nuevo vídeo.  http://t.co/rNqOdpWqkb" 

Creo que hay un diálogo de Los Simpson, en sus temporadas buenas, que define bien este tipo de pensamiento. Lo encontramos en el décimo cuarto episodio de la séptima temporada, "Escenas de la lucha de clases en Springfield":

Lisa: "Los ricos son diferentes de nosotros."
Marge: "Sí, son mejores. (silencio de la familia) Socialmente."

¿Es correcto? No. ¿Es realista? Sí. Los de arriba han tenido a su disposición el tablero y lo han ajustado de maravilla para poder hacer lo que les viene en gana y que lo aceptemos como el Orden Natural de las Cosas (luego esta gente es la que llora porque el remake femenino de Las Cazafantasmas es por culpa del "new world order". Anda a la mierda).

Este tipo de gente no puedo definirlo con una analogía que no ofenda. Pero en este espacio hago lo que quiero. Para mi, la persona que define al millonetis de turno, es un perro guardián. Tiene la misma caseta de mierda que un perro de barrio. Ni siquiera tiene pedigrí, de hecho en la casa de su amo sí que hay un perro con pedigrí, que come chuletones, tiene vino del caro en su bebedero, y duerme entre cojines y mantas de seda.. A él le dan de comer las sobras, y agüita para beber. Tal vez ese agua no sea ni del grifo, tal vez sea agua de la lluvia que se ha filtrado en su caseta la noche de la tormenta y que su amo no le ha querido arreglar. Pero está encantado con ser el perro guardián. Tal vez, y solo tal vez, porque alberga que, en algún momento, él pueda ser considerado "uno más" de la casa del rico y recibir el mismo trato que el del pedigrí.

Pero esto no aplica únicamente al ciudadano promedio. Los últimos acontecimientos en el Congreso de los Diputados demuestra una vez más qué intereses y fuerzas están detrás del movimiento de piezas en el tablero. Mencionaba al principio a un compañero de trabajo, uno cuyo mantra es la bien sonada mentira de "Es que todos los políticos son iguales". Creo que no conozco a ningún votante de izquierdas que tenga esa opinión.

Pues bien, según este señor, "el Rastas se lo tendría que haber pensado antes de darle la patada al policía". Es decir, que el Rastas no tendría que haber hecho... lo que no se ha demostrado que ha hecho. Con todas las pruebas a su favor, se le ha declarado culpable. A él, a un obrero industrial, se le ha condenado y obligado a abandonar su escaño. Esto sí que es el peligro de las denuncias falsas. Por si no ha quedado claro: un obrero industrial de un partido de izquierdas condenado cuando la única prueba en su contra fue un testimonio.

El tontopollas este que os digo me dijo: "Que no le hubiera dado la patada". Cinco días después sigo esperando que me muestra una sola imagen (sin trucar) en que se vea a Alberto cometiendo la agresión. Pero bueno.

Cuando nos vamos al otro lado, sin embargo, nos encontramos con que una descendiente de terratenientes cubanos (es decir, que tiene dinero) ha sido acusada de falsedad documental. Pero aunque el documento era falso (es decír, que hay pruebas de que ha cometido un delito) la causa contra ella queda desestimada. Otro tanto pasa cuando el descendiente de los marqueses realiza obras ilegales en su chalet, por lo cual sí fue condenado pero nadie le ha hecho abandonar su escaño. Tienen dinero, son gente intocable. ¿Un obrero del montón? De vuelta para el fango. No vaya a ser que los de abajo se piensen que pueden escalar y salir airosos. Los tronos están defendidos por los hijos de los de siempre, los que consideran que el mundo les pertenece y se han asegurado de disponer a su favor de los medios y de la opinión popular.

Mientras se siga aplaudiendo a un explotador, mientras se siga justificando que generar "empleo" te da derecho a cualquier cosa, mientras una condena solo tenga repercusiones negativas para el humilde, mientras se venere al ladrón, este será un mundo libre para la casta y justo para ninguna persona. Si justificas al agresor tú también eres culpable.